Hace exactamente un año publiqué mi primer fanfic: "Saltando la Cerca" y hasta ahora estoy feliz de decir que ese fanfic es mi orgullo. Porque lo hice durante las clases de física e historia cuando aún estaba en el colegio jajaja♥
Gracias por haberme apoyado desde ese primer fanfic♥ Siempre alentandome a seguir haciendo esto que tanto me gusta: escribir♥
Así que como regalo de aniversario les traigo...*redoble de tambores*
...mi primer lemon *Axy se muere de la vergüenza*♥♥
Por lo tanto, les pido que por favor me tengan piedad, recién estoy entrando a esta categoria♥
Título: I'm Yours ♥
Autora: Axy
Parejas: YooSu
Género: Romance
Advertencia: NC-17/LEMON
Llevaban de novios casi 7 meses y medio. Se amaban, y nadie podía dudar de eso. Habían compartido mucho el uno con el otro, en todos los sentidos posibles de la palabra.
Pero había un paso muy grande que aún no daban, por motivos que iremos a descubrir…
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Su bonita historia había dado comienzo una hermosa mañana de primavera. Junsu dormía plácidamente en su cama, cubierta con sabanas blancas acolchadas que semejaban una nube sobre la cual poder viajar entre sueños. Aferrado de brazos a su almohada, acomodado boca abajo. Sintió de repente un cosquilleo sobre su mejilla, seguido por otro sobre su frente. Abrió lentamente los ojos, logrando enfocar unas florecillas rosadas que yacían sobre su cama.
-Eres hermoso, Susu-ah- oyó en un suspiro, alzando un poco más la vista, topándose con unos ojos negros que lo observaban desde el lado de la cama. Allí estaba Yoochun, con el rostro apoyado en sus brazos al filo de la cama, regalándole la más hermosa de las sonrisas que alguna vez haya podido ver. Los colores llegaron a las mejillas del pelirrojo haciéndole sentir mariposas en el estómago. –Baby, tengo que decirte algo muy muy importante, así que presta atención, ¿si?-
Junsu asintió despacio, curioso y a la vez temeroso de lo que podría decirle su adorado mejor amigo. El pelinegro acomodó sus brazos un poco más sobre la cama, acortando unos cuantos centímetros de distancia, tomó un poco de aire y esbozó una sonrisa risueña.
-Te amo- le dijo suavecito –Te amo como no tienes idea, Junsu-ah- el menor sintiendo su corazón latir a mil por hora –Cada vez que sonríes, cada vez que lloras, cada vez que me miras, me enamoro un poco más de ti. Y has llegado a ocupar todo el espacio disponible en mi corazón, tanto que estaría muerto en vida si te vas de mi lado- confesó estirando un poco su mano hasta topar la sonrosada mejilla del pelirrojo, acariciándola suavemente.
Los ojos color avellana del menor estaban perdidos en las orbes oscuras del pelinegro, sintiendo vibraciones de felicidad en cada fibra de su ser. Su amor imposible le había confesado las palabras más hermosas del mundo de una manera románticamente sublime. Unas cuantas lagrimas de felicidad se arrejuntaron en sus ojos tornando su mirada acuosa, dejó su almohada a un lado, estirando sus brazos hacia los hombros de Yoochun, enroscándolos tras su cuello. El pelinegro lo estrechó a él, recibiendo ese abrazo que sabe ya no es de amigos, sino de dos personas que se acaban de entregar su corazón.
El mayor suspiró sonriente sobre su nuca, acariciando sus hombros con sus manos. Era una escena hermosa, Yoochun aún arrodillado al lado de la cama, con un Junsu, aún recostado sobre esta, anclado a su cuello en un abrazo, siendo ambos decorados por aquellas florecitas que no dejaban de entrar por la ventana.
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Y así comenzaron a demostrarse todo el cariño que tenían el uno por el otro. Descubriendo que sus manos encajaban perfectamente y los espacios entre sus dedos estaban hechos solo para recibir los del otro, que sobre los hombros de Yoochun los brazos de Junsu se acomodaban al instante y en la cintura del menor las manos del pelinegro cabían como piezas de un rompecabezas. A veces rozaban sus narices con ternura, sonriéndose ampliamente. Habían descubierto que podrían vivir solo abasteciéndose de la felicidad del otro.
Pero también habían conocido los celos y el temor, aquellas cualidades que raras veces salían a flote, pero de vez en cuando decidían hacer acto de presencia y enterraban ligeras dudas en las mentes de los dos enamorados.
Como cuando Junsu conversaba muy alegremente (“demasiado” diría el mayor) con alguno de sus compañeros de baile, o cuando se ponía esas ropas que destacaban sus atributos y el menor sobrepasaba el límite de verse “lindo”. Los celos afloraban en el pelinegro y se obligaba a controlarse y no golpear a alguien solo por decirle “Buenos días” a su Junsu. E incluso el temor se apoderaba de su mente a veces, pensando en que el pelirrojo podría encontrar allá afuera a alguien que valga la pena más que él.
El menor, por otro lado, no era celoso. Sabía que Yoochun lo amaba a él, pero en el fondo sentía miedo (o quizás pánico) de que el pelinegro decida cambiarlo por alguien más. Por alguien menos infantil, o menos inocente… por alguien más lanzado a la aventura, más extrovertido… o incluso por una chica cualquiera.
Y es que aún no habían subido oficialmente el primer escalón de la relación.
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Habían pasado ya 3 semanas desde aquella mañana de primavera.
-¿Su?- acarició los cabellos pelirrojos del menor, quien yacía recostado en su regazo. Sentados ambos bajo uno de los tantos árboles de cerezo de aquel parque.
-Dime Chunnie- sonrió abriendo sus ojos, perdiéndose en esas orbes negras que le enamoraban cada vez un poco más.
-Sabes que te amo, ¿no?- le dijo acariciando los sonrojos que se formaban sus mejillas.
-Si, y yo te amo también-
-Sé mi novio- le pidió el mayor besando su frente.
-Pensé que ya éramos novios-
-Nunca te lo pedí oficialmente. Ser novios significa confiar en el otro, saber que el amor es mutuo y olvidarnos de los celos y los miedos. Si te pido ser mi novio, es porque quiero que iniciemos un “nosotros”, porque quiero que sepas que no pienso dejarte, ni dejar que alguien más te lleve de mi lado. Sabiendo eso… ¿quieres ser mi novio?- el pelirrojo se levantó, sentándose a su lado, apoyando su cabeza en el hombro del pelinegro.
-Si Yoochun, quiero ser tu novio- le respondió con una hermosa sonrisa adornando sus labios.
El mayor sonrió ampliamente, acariciando las mejillas de ese sonrojado Junsu que no paraba de mirarle enamorado. Sus ojos cayeron casualmente sobre aquellos labios rosados que siempre anheló probar, pensando en que esa podría ser la oportunidad perfecta. Enmarcó el rostro del menor con sus manos y acortó distancias hasta compartir el mismo aire sin llegar a tocarse.
-… ¿Puedo?- preguntó en un susurro contra los labios del pelirrojo. El menor cerró los ojos, con las mejillas coloreadas de rojo intenso, curvado su boca en una ligera sonrisa.
Las distancia se consumió en ternura y amor expresado en ese sublime primer beso, que resultó mucho mejor a como varias veces ya lo habían imaginado. Y había sido perfecto, un sello a la promesa de amarse por siempre, una confirmación de que se habían vuelto novios.
Yoochun probaba con parsimonia esos labios ahora rojos, recibiendo suspiros del menor que aferrado a su cuello aceptaba aquellas atenciones. Una vez Junsu se sintiera algo más confiado, decidió saborear también de aquella boca carnosa que siempre lo llamaba a gritos pidiendo ser besada.
Sin profundizar aquel contacto por saber que aún es muy pronto. Pero estando ambos seguros del amor que se tienen y de las bellas consecuencias que traerán haber dado ese primer paso.
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Y así comenzaron los besos en su relación. A veces tiernos y castos, a veces juguetones y traviesos, a veces con afán de hacer sonreír o a veces con ganas de dar confianza.
Pero no podemos negar que al tiempo descubrieron que también emocionaban a las hormonas y en ciertas ocasiones los besos se tornaban apasionados, acalorados, húmedos y algo demandantes por más.
Siempre complicándole la vida a ese Yoochun que se excitaba en sobremanera con solo imaginarse llegando a “algo más” con su tierno noviecito pelirrojo. Pues para él los besos que empezaron a compartir desde hace ya 4 meses, no eran suficientes para expresarle todo lo que siente. No lo niega, desea a su novio con locura, pero sobre todo lo ama y quiere marcarlo como suyo, no por ser posesivo, sino por ser su primera vez. Lamentablemente el ya tenía un poco de experiencia (de la cual se arrepiente a veces) pero el hecho de que su Junsu adorado aún sea virgen es un tesoro que siempre va a valorar. Saberse el primero… el primero y el único para su novio.
Caso contrario es el pelirrojo, que se muere de la vergüenza cada vez que Yoochun profana su boca de una manera más apasionada, lo disfruta, pero el rubor le puede más. Sabe que en algún momento tendrá que intimar con su novio, pero le asusta. Él siempre ha confiado ciegamente en Yoochun, por lo que no habría razón para negarse, pero la falta de confianza en sí mismo era lo que acrecentaba sus dudas. Pensar en que su cuerpo no sea del agrado de su novio, o no saber qué hacer por ser su primera vez; le asustaba también el dolor que pudiera sentir en pleno acto de amor, y arruinar el momento.
Por ello siempre estas escenas eran comunes: Junsu detenía a Yoochun y él se disculpaba, había tensión en el ambiente, no volvían a cruzar miradas.
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-Mmm, Chunnie… no sigas- apenas susurró Junsu contra el oído del pelinegro cuando este bajó a su cuello para besarlo. El mayor volvió a sus labios dándole un piquito antes de separarse un poco.
-Lo siento- le dijo en un suspiro, entrelazando sus manos.
-Yoochunnie… tenemos que hablar de algo- el menor estaba más colorado que una cereza, pero trataba de hablar lo más tranquilo posible.
-Dime baby, te escucho- le sonrió el pelinegro, besando el dorso de la mano que tenia entre la suya.
-Sé que ya llevamos 6 meses saliendo… y… y… n-no es que yo no quiera… p-pero- el rostro del pelirrojo casi igualaba el color de sus cabellos a medida que trataba de hablar.
Yoochun esbozó una sonrisa, sabiendo al instante que trataba de decir su novio.
-Baby, no va a pasar hasta que tú me digas que puedo- le dijo en tono cariñoso mientras acariciaba una de sus mejillas –sabes que te amo, así me hagas esperar una eternidad, no te voy a dejar de amar- le sonrió.
-…Chunnie… lo siento- le respondió bajando la vista hasta toparla contra el suelo.
-No te disculpes Junsu, no tienes porque-
-Si tengo, porque sé que tu quieres acostarte conmigo y… y yo sigo diciéndote que aún no porque tengo miedo- dijo todo de corrido muy apenado. Yoochun lo envolvió con sus brazos y lo estrechó contra su pecho.
-Primero, no quiero acostarme contigo, quiero hacerte el amor; y segundo, ya te dije que te voy a esperar, no sé exactamente a que le tienes miedo, pero mientras no estés seguro prometo no pasarme de la raya- besó la frente del menor, encontrándose con esos ojos avellana que brillaban conmovidos –aunque debo aceptar que va a ser difícil, siendo tan lindo como eres me dan ganas de comerte a besos todo el día- agregó, besando dulcemente el pucherito que se formó al instante en labios de su novio, quien estaba mucho más tranquilo luego de haber tenido esa corta conversación.
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Y aquí estamos ahora, en la introducción de nuestra historia. Llevan de novios casi 8 meses y no hay duda de que esta hermosa relación ha ido floreciendo día a día. Aprendieron a entenderse el uno al otro y las dudas se esfumaron sin que se dieran cuenta.
¿Más detalles?
No, aún no han intimado, si es eso lo que quieren saber. Pero han habido avances, Yoochun había aprendido a auto controlarse muy bien (cabe resaltar que esto requería de un esfuerzo subnormalmente grande de su parte), aunque todos sus logros casi se van por la borda hace unos días, cuando de casualidad vio a Junsu en las duchas luego de la práctica de baile, solo lo vio por un segundo, un segundo que bastó para que se le subiera la libido hasta el cielo. Lo que el mayor no sabía, era que Junsu ya lo había visto varias veces en las duchas, y una o dos veces se había quedado contemplándolo, pensando en cómo sería tocar ese cuerpo perfecto son sus manos… pero todos sabemos que el pervertido acá es Yoochun no Junsu, así que apenas la mirada del pelirrojo llegaba a “esa parte”, se ponía colorado y salía corriendo del lugar.
Lo bueno del asunto es que ambos tórtolos saben que se desviven el uno por el otro, saben que cuando llegue el día no será un simple y banal acto de lujuria; será amor, en todas sus facetas, siempre va a ser amor.
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-Susu, ¿quieres ir a la playa el fin de semana?- preguntó el mayor recibiendo en respuesta una amplia sonrisa de parte de su novio.
-¡Sí! ¿Dónde nos vamos a quedar?- el menor entrelazó su mano a la del pelinegro.
-En mi casa de playa, la tengo a mi disposición todo el año- sonrió de medio lado, orgulloso de que sus padres no usen esa casa durante el verano porque él les regaló una mucho más grande.
-¿Y podremos nadar hasta que nos cansemos y comer lo que sea que queramos?- le preguntó alzándose un poco, poniendo sus labios en piquito para ser tiernamente besado por el mayor.
-Comeremos lo que tú quieras y nadaremos hasta cuando quieras- respondió acariciando dulcemente sus redondas y sonrosadas mejillas.
-Entonces voy a querer Tokkpoki- finalizó la conversación con una sonrisa deslumbrante, antes de ser llamados por su manager para continuar con el horario.
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Llegó el viernes y ansias no faltaban.
Se iban a quedar hasta el Domingo por la tarde en aquella casa a las afueras de la cuidad. Una casa moderna, de dos pisos, cercada con vallas altas y con su propia porción de playa privada. Era como un pequeño paraíso para relajarse y disfrutar.
Llegaron en la tarde, y luego de dejar sus mochilas y acomodar sus cosas decidieron cambiarse para ir al mar.
-¿No te quitarás esa camiseta?- preguntó el mayor bajando las escaleras, admirando el perfil de ese Junsu que lo esperaba apoyado al marco de la puerta. El pelirrojo volteó al oír su voz, negando suavemente con la cabeza, jugando con sus dedos en el borde de aquella camiseta sin mangas que se había puesto para esconder su torso.
-Bueno, yo sí me quitaré esto- y vaya usted a saber si el pervertido pelinegro lo hizo por “solo quitarse la camiseta” o por tratar de provocar a su novio (que para variar ya estaba sonrojado hasta el cabello). Lo tomó de la mano y ambos caminaron hasta el mar.
En la orilla dejaron sus cosas y se dispusieron a juguetear un rato en el agua, salpicándose entre sí y persiguiéndose para ensuciarse con arena. Si querer el tiempo voló entre tantas sonrisas y juegos esporádicos.
-Chunnieee~~- chilló el menor siendo atrapado por aquellos fuertes brazos de quien lo perseguía, provocando que ambos cayeran, terminando el pelinegro sentado con Junsu prácticamente sobre él, riendo con el agua hasta los hombros. El pelirrojo se alzó hasta topar sus labios con los de Yoochun, quien enroscó sus brazos en su cintura.
-Te amo- le dijo con una sonrisa al separar sus rostros, sumergiendo su mirada en los ojos negros y profundos del mayor.
-También te amo- respondió.
Junsu se movió para acomodarse al lado del mayor, pero en el movimiento, apoyó su mano sobre la cintura de Yoochun, sintiendo bajo sus dedos la piel caliente y al instante el recuerdo de haberlo visto en las duchas del salón de prácticas vino a su mente, poniéndolo colorado en un santiamén. Se movió velozmente evitando todo contacto con la piel expuesta del torso del pelinegro.
-¿Nos vamos en un rato?- le preguntó para apartar esos pensamientos de su cabeza, además ya habían estado allí bastante tiempo y el atardecer comenzaba a colorear el cielo con sus típicos tonos anaranjados y violetas.
-Está bien. Su… ¿puedo preguntar por qué no has querido sacarte esto?- inquirió el mayor, señalando la camiseta que Junsu aún llevaba puesta.
-…porque…- el menor mordía su labio inferior algo nervioso -…porque me avergüenza mi cuerpo…- dijo apenas en un susurro que por poco se perdía con el sonido de las olas.
Yoochun sonrió enternecido, besando la mejilla de su novio, abrazándolo de nuevo.
-Me gusta todo de ti, así que no deberías avergonzarte- le confió, tomándolo de la mano para salir del mar y regresar juntos a la casa.
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Junsu daba vueltas de un lado para otro en su habitación.
Ambos habían cenado y conversado juntos, se habían acurrucado en el sofá un rato también, pero al subir al segundo piso para irse a dormir las cosas habían sido algo incómodas.
**Flashback**
-Entonces…-
-Buenas Noches- dijo sin más el pelirrojo, dejando un casto beso sobre los labios del pelinegro que una vez más esbozó esa sonrisa de comprensión… sabiendo que acababa de obtener otra vez un “aún no” como respuesta.
El menor entró a la habitación, cerrando la puerta y apoyándose tras de ella. Suspirando pesadamente… pensando en que hacer…
**Fin Flashback**
Habría pasado ya media hora y su mente seguía en guerra. Él sabía que también lo quería, que debía dejar sus temores a un lado porque podía confiar en su novio, porque lo amaba y sabía que ese amor era correspondido en igual medida.
-¡Junsu, no puedes seguir así por el resto de tu vida! ¡Acéptalo, te mueres por estar con Yoochunnie!- se dijo a si mismo alborotando sus cabellos con sus manos.
Se paró frente a la puerta y tomó la perilla.
-Tienes que vencer tus temores Kim Junsu- susurró apenas para poder escucharse y salió con paso firme de la habitación. Caminando hacia la de su novio.
Se apoyó ligeramente en el marco de la puerta y tocó con cuidado, extremadamente nervioso.
-¿Junsu?- el mayor abrió y su corazón dio un vuelco emocionado.
El pelirrojo abrió un poco más la puerta y se abrazó a la cintura de su novio, escondiendo su rostro en su cuello.
-¿Qué pasa Baby?- le preguntó con una sonrisa, acariciando sus cabellos.
-Yoo-Yoochunnie… yo… quiero hacerlo contigo- confesó con voz temblorosa contra la piel del cuello del pelinegro.
-¿Estás seguro?- Yoochun lo separó de él con cuidado, mirándolo a los ojos.
-Si Chunnie, lo estoy- le sonrió, dejándose llevar por esos labios que ahora degustaban los suyos.
Compartiendo un beso lento y dulce, que le dé confianza al pelirrojo para que deje de dudar. Las manos del mayor que antes acariciaban sus mejillas, ahora caían despacio por los costados de la cintura del menor, anclándose en sus caderas.
El calor fue aumentando de a pocos, cargando de pasión aquel beso que aún comparten. Encontrándose en una batalla interminable por la dominación de ese contacto, saliendo victorioso Yoochun cuando logra explorar esa deliciosa boca con su lengua.
Junsu soltaba suspiros cada tanto y uno que otro jadeo entrecortado.
El mayor coló sus manos entonces, bajo la ligera camiseta que llevaba su novio, dedicándose a acariciar su cintura y su vientre, recibiendo algunas risas a cambio al hacerle cosquillas tocando su ombligo.
Los besos se detuvieron, pero no perdieron la distancia, aún compartían el aliento. Ambos mirándose profundamente, profesándose sin palabras el amor irrevocable que sienten el uno por el otro. Sonriendo ligeramente al saberse en aquella situación, sintiéndose un poco nerviosos de repente.
-Me detendré si me lo pides- le dijo el pelinegro, tomando con sus manos los bordes de su camiseta.
-No… no quiero que te detengas- respondió alzando sus brazos para ayudar a quitar la primera prenda. Dejando que el mayor admire por un rato su torso, avergonzándose un momento más tarde por sentirse el punto de atención –¡seamos justos Yoochun!- se quejó sonrojado, alzando con sus manos temblorosas la camiseta del mayor, dejándola tirada en el suelo junto a la suya.
El pelinegro sonreía por aquella actitud que recién estaba descubriendo en su novio, y le encantaba cada vez más. Lo jaló por la cintura, pegándolo a su cuerpo, tomando sus manos para alzarlas tras su cuello. Junsu ancló sus manos allí, sintiendo como su pecho se rozaba con el del mayor, sintiendo el calor que emanaba y que aumentaba su ritmo cardiaco cada vez más.
Entre nuevos besos caminaron hasta la cama, separándose solo un momento para recostarse en ella. Yoochun apoyado en sus rodillas terminó sobre Junsu, dejando besos sobre su boca, bajando por su mentón hasta llegar a su cuello. Se alzó nuevamente para contemplar ese pecho perfectamente esculpido por el ejercicio, delineándolo con sus dedos.
-Eres perfecto, no sé qué es lo que tanto te avergüenza- le susurró dirigiéndose a su clavícula para iniciar una nueva cadena de besos, deteniéndose al llegar uno de sus pezones, dejando un beso sobre él y lamiéndolo con cuidado.
-¡Mmmh! ¡Chunnie!- gimió por primera vez el pelirrojo, deleitando los oídos de su novio que se derretía con cada sonidito que hiciera.
El pelinegro tomó confianza y enredó su lengua con más ganas en aquel montecito que al instante se había puesto duro por sus atenciones. El menor desfallecía en placer por aquellas pequeñas y húmedas caricias, gimiendo algo más fuerte y aferrándose con sus manos a los hombros de su novio.
Siguió su camino hacia abajo, jugando con su lengua en el ombligo del menor mientras sus manos desabrochan el pantalón que lleva puesto. Al bajar el zipper aprovecha para provocar al pelirrojo y roza con sus dedos sobre el bóxer ese bulto que ya sobresalía pidiendo atención.
-¡Mmmhh!- y cada gemido era como un “click” en el cerebro de Junsu, demandando más y más cada vez. Tomó el rostro del pelinegro y lo jaló hacia el suyo encontrándose en un beso apasionado, tratando de desabrocharle los pantalones también. Yoochun reía cada tanto por aquel comportamiento. Al minuto ya no habían pantalones sobre la cama.
-Eres tan… mmm… desesperado- se burló el pelinegro besándole el cuello mientras con sus manos acariciaba sus piernas.
Junsu por fin participaba en aquel encuentro, acariciaba con sus manos la piel color vainilla de su novio, pasando por los músculos marcados en su estómago, apoyándolas completamente en su pecho, decidiéndose a rozar con su pulgar uno de sus pezones.
-Nnngh…- el mayor jadeó sexy en su oído, provocándole un escalofrío placentero, ya entendía porque a Yoochun le encantaba oírlo gemir. Lo empujó, lanzándose directamente a chupar aquel trocito de piel algo más oscuro, sintiendo a su novio temblar bajo su tacto. Y de a pocos fueron deshaciéndose de esos incómodos bóxers que ya quedaban demasiado apretados.
-¡Chun, no mires!- avergonzado hizo pucheritos ante la mirada del pelinegro.
-Pero tú también estás viendo el mío, ¿de qué te quejas?- le refutó entre sonrisas, acercándose lo suficiente para dejar piquitos sobre sus labios.
-Pero tú eres un pervertido exhibicionista y yo no así que ¡¡aahhh!! ¡¡¡¡Chunnnn!!!!- ni siquiera pudo terminar de hablar por culpa de aquel chillido alterado que soltó cuando su novio cubrió su extensión con su mano. Comenzando a bombear despacio, sintiendo como su pelirrojo y avergonzado novio se retuerce de placer bajo su cuerpo.
-¡Mmmhh! ¡Aahh! Chunnieee… ¡máaas!- el mayor se deleitaba con sus gemidos, haciendo caso a lo que pedía, moviendo su mano a lo largo con más velocidad, llegando a ver aquel liquido blanquecino que anunciaba que ya estaba por terminar.
Sin pensarlo dos veces bajó su cabeza y lamió toda la extensión de su novio, recibiendo en respuesta un coro de jadeos y gemidos queditos. Se entretuvo en la punta, rodeándola con su boca, jugando con su lengua en la hendidura, alterando de sobremanera la respiración del menor.
-No, no, no, Yoochun, no, ¡mmhh! ¡Para! ¡Para! Me voy a aaahhh~!!- Yoochun bombeó unas cuantas veces más y metió completamente en su boca aquel caliente trozo de carne, haciendo presión mientras subía. Junsu se estremeció de pies a cabeza, sintiendo un placer delicioso inundando su ser, obligándolo a terminar en la boca del pelinegro, quien tragó hasta la última gota de su esencia. El mayor se acomodó, alcanzando sus labios, besándolo despacio mientras recupera el aliento después de tan fantástico orgasmo, el pelirrojo rodeó su cuello, enredando sus dedos en ese negro y corto cabello.
-Sabes delicioso- dijo contra sus labios, observando cómo se arrebolaban de carmín esas mejillas redondas que tanto le gustaban. Junsu tanteó con su mano sobre el pecho de Yoochun, bajando hasta rozar con las yemas de los dedos su entrepierna.
-Yo también quiero…- apenas dijo, mordisqueando el mentón del pelinegro.
-Mmm~ Baby… no- apartó la mano de su novio, notando la confusión en sus ojos.
-Pe-pero- el mayor lo calló besándolo un rato.
-Quiero terminar dentro de ti- dijo con esa voz sexy que erizaba la piel del pelirrojo, levantando su excitación solo con esas palabras.
Se acomodó entre las piernas del menor, doblándolas para tener una mejor vista de su intimidad. Sonriendo al instante al verlo en esa posición.
-¿Te gusta lo que ves?- preguntó un sonrojado Junsu, sintiéndose una vez más cohibido por la mirada de su “pervertido” novio.
-Sí, y mucho- rió besándole con cariño –ahora tengo que prepararte- el mayor llevó 3 dedos a su propia boca, dispuesto a mojarlos él mismo.
-¡No! Yo lo hago- el pelirrojo le jaló la mano, llevándola a su boca, lamiendo sus dedos con ganas, mientras lo miraba a los ojos. Queriendo también vengarse, mostrándole como habría disfrutado si su boca hubiera hecho lo mismo con su erección y no con sus dedos. Inconscientemente el pelinegro soltó un gemido por lo bajo, pensando en que si seguía así se iba a correr en ese preciso instante. Intercambió sus dedos por su boca y mientras compartían otro beso entre sonrisas Yoochun frotó su dedo contra la estrecha entrada de su novio, abriéndose paso despacio.
Junsu se aferró a su espalda, frunciendo el ceño incomodo por aquella intromisión.
-¿Quieres que pare?- preguntó besándole la frente, sin retirar su dedo de su intimidad.
-No, sigue… ya va a pasar-
-Te amo Junsu- dijo y besó sus labios inspirándole otro poco más de confianza.
El mayor se dedicó a darle besos y distráelo con palabras dulces al oído. Para cuando introdujo el tercer dedo decidió bombear su entrepierna para distraerlo del todo.
-Mmm~~- los gemidos que soltaba ahora ya no sonaban incómodos y sus tres dígitos se deslizaban dentro y fuera con facilidad. Retiró su mano y se perfiló en su entrada, introduciendo la punta con mucho cuidado. Junsu volvió a quejarse por el cambio radical de tamaños, y es que bueno, no podía comparar 3 dedos con la palpitante erección de su muy bien dotado novio.
-Lo siento- susurró contra la mejilla del pelirrojo, besando aquellas lagrimas que escaparon de sus ojos avellana.
-Mmm, entra de una vez- pidió gimiendo quedito.
-Pero…-
-Solo hazlo, por favor- y obedeciendo a su novio empujó hasta llegar lo más profundo que pudo, soltando un largo y delicioso gemido al sentirse apresado por aquellas estrechas paredes internas.
Tuvo que reunir demasiada cordura para aguantar embestirlo en ese mismo instante, se sentía desfallecer dentro de la intimidad de su amado Junsu, pero esperó, pacientemente a que el dolor que molestaba a su baby pasara, repartiéndole besos y haciéndole reír cada tanto.
Se comenzó a mover lentamente, ahogándose en placer, manteniendo el mismo ritmo hasta que Junsu pidiera más. Lo cual no tardó mucho, y minutos más tarde ya habían gotas de sudor adornando sus cuerpos sumergidos en éxtasis. El menor enroscó sus piernas en torno a la cintura del pelinegro, sintiéndolo llegar cada vez más profundo.
Y la habitación se inundó en jadeos y chasquidos provocados por el golpeteo incesante de sus caderas. El sonido de las olas del mar adornaba aquel momento, siendo el único testigo de aquella demostración de amor irrevocable.
Pero cuando uno quiere que el tiempo dure más, siempre pasa demasiado rápido.
Y ambos sienten como se les tensan los músculos, como los latidos de sus corazones se vuelven arrítmicos y sus respiraciones se alteran. Las estocadas se vuelven lentas, pero mucho más profundas y certeras. Ambos saben que están cerca y se besan segundos antes de terminar, logrando apenas separarse para casi gritar el nombre del otro en medio de aquel orgasmo. El pelinegro terminó llenando la intimidad de su novio, sintiendo a la vez como él salpicaba sus torsos con su esencia.
-Junsu eso fue… increíble- le dijo sonriente, dejando caer su cuerpo sobre el del menor, sin llegar a aplastarlo con su peso, respirando aún muy agitado, tratando de calmar los latidos desbocados de su corazón. Lo besó por un buen rato, hasta que se movió de lado para salir de su interior.
-Nnn… me gustaba cuando estabas adentro- se quejó el pelirrojo, acurrucándose contra el pecho del mayor, alzándose para dejar un pico en sus labios.
-¿No te duele?- Yoochun preguntó acariciando con una de sus manos ese redondo y perfecto trasero, dejando sonrojos en las mejillas de Junsu una vez más.
-No, no me duele- le respondió avergonzado y sonriente, el mayor jaló las sabanas para cubrirse ambos, abrazándose luego a su novio.
-No puedo creer que al fin te he hecho el amor Baby- dijo acariciando sus mejillas.
-Acabo de ser tuyo Park Yoochun- suspiró el pelirrojo en tono enamorado.
-Mío y de nadie más- aclaró besándole la frente.
-Que posesivo eres-
-No soy posesivo, yo también soy tuyo- le dijo el mayor con una sonrisa.
-¿Y de nadie más?- preguntó haciéndole un pucherito.
-De nadie más- el pelinegro dejó centenares de besos sobre esos labios rosados que le robaban el aliento cada tanto –Te amo baby- le dijo entre besos y sonrisas.
-Te amo Chunnie- respondió sin dudar.
Y las olas del mar se dedicaron a arrullarlos tras aquella escena, dejándolos dormidos a los pocos minutos, ayudándolos a encontrarse entre sueños y amarse una vez más.
~FIN~
Dejar un comment no cuesta nada~~ ♥
Tenganme piedad, si? Espero les haya gustado :)
P.D: Este fanfic está dedicado a Felina del Yoosu no Tengoku♥ Porque ella fué mi inspiración para decidir publicar mis fanfics, además ella siempre escribe lemons preciosos y siempre he querido regalarle uno♥
P.D: Este fanfic está dedicado a Felina del Yoosu no Tengoku♥ Porque ella fué mi inspiración para decidir publicar mis fanfics, además ella siempre escribe lemons preciosos y siempre he querido regalarle uno♥
De verdad que has echo un fic muy bonito(lo has echo muy bien para ser tu primer lemon XD)
ResponderEliminarO_O
ResponderEliminarEsta genial !!
Kyaaaaa!! Axy te quedo divino el cap!!! ^^
ResponderEliminarEn verdad me gusto mucho... jejejej y wauuu que gran aguante mostro nuestro querido raton pervertido al esperar casi 8 meses porque Junsu se le entregara en la intimidad ^^
jejeje Yo tambien leo a felina... la verdad es que ella tamiben es una gran escritora y me encantan sus Lemos...
Besos y felicitaciones por tu primer lemon... te quedo muy bien
Después de esto no podrás evitar que te pidan lemon más seguido U.U... fue genial x33... estuvo divino, escribes de maravilla y me encantan tus fics~~
ResponderEliminar*0* hermoso!!! simplemente hermoso.
ResponderEliminarTan lleno de ternura y amor *ella últimamente hace puras perversiones u.u* askdjsakda amo a Junsu así de tiernito, inocente pero sexy y es cm para morirse de amor por él, por eso Yoochun obvio que está enamoradísimo de su baby, aunque él haya tenido antes sus experiencias sabe que su corazón se entregó por primera vez a Junsu.
Definitivamente me encanta cuando son primerizos, cuando amarse es algo tan importante que todo lo demás sobra, que hay espacio solo para esa "burbuja rosa" llamada amor, perfecta armonía de atracción, sentimiento y temores. Es que Junsu y Yoochun fueron hechos el uno para el otro.
Y nada, el lemon estuvo excelente, romántico, divertido y pervertido *Q* claro que lo último siempre a cargo de la rata xD y el resto de la mezcla de ambos, el delfincillo sabe bien cm ganarse el amor.
Así que, mil gracias por el deliciosamente amoroso YooSu <3 me ha alegrado mi noche y creo que finalmente podré dormir mejorsh. Y una vez más, disculpa que no leí en cuanto lo subiste, pero ha valido la pena porque así lo he disfrutado como lo merecía el shot y tu empeño en este tu primer lemon, que vengan más de tu tierna inspiración *-*
Ya Ne ;D
El YooSu es amor <3 genial, me encantó.
ResponderEliminarSi este es tu primer lemon...solo puedo decir...WOW!!1 en verdad me ha encantado, hace mucho que no leia un YooSu tan dulce y tierno, dios muero de amorsh >/////< ademas de que fue super sexy al mismo tiempo...sobre todo cuando Chunnie se puso "goloso" xDDD *¬* ayyy diooooos *calor calor xDDD*
ResponderEliminarEspero y te animes a escribir mas lemons, tienes el don XDD me ha encantado, y te felicito, en verdad disfruto mucho tus fics, espero y pronto nos regales otra hermosa creacion....soy tu fan *-* XDDD
Saludos!
aaaaaaaaiiii q linduraaa!
ResponderEliminarmori mori aora ando en una nube yoosu
q amor en vrdd un junsu super tierno
y un chunnie super paciente y kerendon
hermosoooo!
hermoso, me encanto chunie demostrandole que su amor es verdadero y no carnal, amo el yoosu, y me encanta como escribes sigues asi :D sigue asi
ResponderEliminar*0* ....waaaa te quedo genial!!el YooSu fue tan tierno, me encanto. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarYoochun tan paciente y amoroso y Junsu timido y tierno.
Amo a esta pareja.
waaaa que tiernos ME ENCANTA <3 LO AMEEE *.*
ResponderEliminarno se como llege aki pero me encantan tus fics hoy los descubri o mas bien ayr es la 1 de la mañana en mi pais y sigo en la computadora matandome de la risa sonriendo como loco y toda sonrojada me encantan ellos dos por ti eh descubuerto una nueva obsecion gracias estare pendiente d tus historias
ResponderEliminarGoshes
ResponderEliminaraxy eres una diosa!! *--* Para ser tu primer Lemon fue muy bello tierno apasiobado pervertido divertido y sexy a la vez (seeee muchas cosas)
Pero Dios! Yoochun tiene mucha paciencia, aunque ya alla tenido experiencias antes con JunSu es la primera vez que hace el amor <3
Su es un picaron *-* aunque estaba colorado de verguenza igual se puso bastante participativo :)
Me gusto <3
Hermoso! pasu! creo que quede embarazada... jaja ok no xD paasuuu! me encanto el derroche de amor! hasta me empalague jajaja hermoso! era escalofrio tras escalofrio!! muy bueno!!!
ResponderEliminarWow Axy! Felicidades por tu primer fic Yaoi ~Sigue así me encanta tu blog también^^
ResponderEliminarQue bonito y tierno <3 GRACIAS POR COMPARTIRLO <3
ResponderEliminarOhh son tan interesantes tus fics, sería genial que continuaras con un fanffic que se quedo en stop, la pagina que estaba traduciendola no ha actualizado su pagina por meses dejando a sus lectoras en el aire, el fanfic se llama White Lie - Mentira Blanca es YooSu y es genial, este es el link
ResponderEliminarhttp://www.asianfanfics.com/story/view/1192/1/white-lie-yoosu-yunjae/18
y la pagina qu elo dejo en stop es YooSu Perú, no se si puedas ocntinuarla :)
Ohh son tan interesantes tus fics, sería genial que continuaras con un fanffic que se quedo en stop, la pagina que estaba traduciendola no ha actualizado su pagina por meses dejando a sus lectoras en el aire, el fanfic se llama White Lie - Mentira Blanca es YooSu y es genial, este es el link
ResponderEliminarhttp://www.asianfanfics.com/story/view/1192/1/white-lie-yoosu-yunjae/18
y la pagina qu elo dejo en stop es YooSu Perú, no se si puedas ocntinuarla :)
wowwww increible --- me enamore mas del yoosu .. ¿se puede uno enamorar mas del yoosu? ...k habilidad tienes .. no dejes de escribir.. soy tu fan
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