(FIC) Secretos en Japón *Capítulo 1*

Mis preciosas lectoras: Hoy se ganaron ♥ 

Porque mi mentecita comenzó a correr con ganas durante mi última clase de Administración xD

Así que les traigo un nuevo miniserial♥

Ojalá les guste~~

Título: Secretos en Japón
Autora: Axy
Parejas: YooSu
Género: Romance
Advertencia: NC-18/LEMON

Capítulo 1: Descubrimientos


Seúl, Corea

-Bien, el papel que saquen dirá a donde y con quien se irán de vacaciones- habló el manager.

Incrédulos cada uno de ellos sacó un papelito, leyéndolo en voz alta, algunos sonriendo y exclamando, otros sonrojándose fuertemente y uno renegando a más no poder.

-Entonces Yunho y Jaejoong a Tailandia, Junsu y Yoochun a Japón y Changmin a la isla Jeju- confirmó el manager apuntando las elecciones en una hoja.

-¡¿Y por qué diablos me quedo yo en Corea?!- se quejó el maknae por milésima vez.

-Puedes ir a Tailandia con Jaejoong si quieres…- le dijo el líder a Changmin, guiñándole el ojo a Jaejoong, quien captó al instante y habló.

-¡Si Minnie! ¡Y podremos comprar mucha ropa y accesorios juntos!- dijo sonriente a sabiendas del efecto que causarían esas palabras en el menor.

-Olvídalo, me quedo en Corea- bufó por lo bajo, dando final a la discusión.

~~~~~~

Yamagata, Japón

**La provincia de Yamagata se encuentra en la zona norte de Japón y es una región con mucha riqueza natural rodeada en sus 3 direcciones por puras montañas.

De Tokio aproximadamente ubicada a 300km al norte, a una distancia de aproximadamente 3 horas en tren bala. Son famosas las cerezas y la carne de res que ocupan la séptima parte de la producción en todo Japón.

Y además es la única provincia de Japón, que es un Reino de Aguas Termales; cada municipalidad tiene aguas termales.**

Ambos habían terminado en Yamagata, en la casa de aguas termales más aclamada, cara y lujosa de toda la región.

-Waa, esto va a ser tan relajante-

Apenas bajaron del auto Junsu dejó sus maletas en el suelo y estiró sus brazos sobre su cabeza para desperezar el cuerpo luego del viaje.

-Tengo ganas de dormir- se oyó tras él, opacando la emoción del menor.

-Yoochun, tu SIEMPRE tienes ganas de dormir, sé que quieres aprovechar las vacaciones para recuperar horas de sueño, pero también deberías disfrutar un poco-

El mayor soltó un bostezo en respuesta, hacia un Junsu que rodaba los ojos. Entraron y se acomodaron en la suite doble que tenía su propio cuarto de aguas termales con techo abierto.

Todo un lujo para este par de mejores amigos. Sí, eso eran. Pero no van a negar que desde hace mucho tiempo ese sentimiento de amistad ha ido transformándose en “algo más”. Ese algo que no quieren averiguar por temor a descubrirlo impensable o indebido.

-¿Vamos a cenar ahora? ¿O más tarde?- preguntó el menor acomodando las sabanas sobre su cama.

-Tengo sueño~~- se quejó Yoochun, abrazándose a la cintura del pelirrojo, aplastándolo con su peso, ocasionando que ambos caigan sobre la cama.

-Yoochun no hagas eso- Junsu estaba colorado desde el cuello hasta la raíz de sus cabellos, y es que sentirse tan cerca a su amigo le aceleraba el corazón y lo confundía un poco más.

-¿No puedo abrazar a mi mejor amigo?- preguntó el mayor contra su nuca, aprovechando el no ser visto para permitirse sonrojarse y disfrutar de aquel contacto por un rato.

-Si… pero…- el pelirrojo sentía la respiración del pelinegro sobre su cuello, y sentía como se le erizaba la piel –pero tengo hambre- se levantó de golpe escapando de los pensamientos que fueron llegando a su cabeza –Va-vamos a cenar- dijo y caminó hacia la puerta con la vista en el suelo. Dejando al mayor echado de medio lado sobre la cama.

-Junsu…- suspiró el nombre de su eterno amor no correspondido, sabiendo que siempre volvía a meter la pata, pero no podía evitar querer sentirse cerca de algún modo a su “mejor amigo”.

Se levantó y se dispuso a alcanzarlo en el pasillo fuera de la habitación.

~~~~~~

Las cosas se normalizaron y disfrutaron de su cena, conversando y riendo amenamente como suelen hacerlo, a pesar de sentir en sus corazones esos nervios que les provoca estar ambos solos y saberse el punto de atención del otro.

Volvieron a la habitación, ya era de noche y lo único que repetía Yoochun era que estaba cansado y con sueño.

-Bueno, tú duérmete. Yo quiero disfrutar de las aguas termales bajo la luna- le dijo el pelirrojo sacando una bata y una toalla de uno de los cajones. Se dio media vuelta y salió por la puerta que dirigía a las aguas termales.

Se desnudó tranquilamente, dejando su ropa sobre uno de los muebles, estirando los brazos sobre su cabeza mientras camina hacia la ducha para asearse antes de poder entrar, sintiéndose libre y relajado. Lavó rápidamente su cuerpo y se metió al agua caliente, logrando eliminar de su mente toda preocupación, excepto una: Yoochun.

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¿Cómo podría dormir si tenía la imagen del cuerpo desnudo de Junsu estampado tras sus párpados?

Lo había visto mientras se duchaba antes de entrar a las aguas termales.

Ocurrió justamente lo que él no quería que ocurriera, ¿por qué?, porque sabía que su gusto por Junsu alcanzaba aquellos límites llamados “amor” y “deseo”. Y le echaba toda la culpa a sus hormonas y al pelirrojo por tener un cuerpo endemoniadamente perfecto y un trasero demasiado deseable.

Negó con la cabeza fuertemente bajo las sabanas, el tan solo recordar detalles como esos le daban calor y le subían la libido cada vez más.

-Junsu, baby, ¿por qué me haces esto?- preguntó al aire, lanzando todos sus esfuerzos por no pesar en él al caño, levantándose con dirección al baño para atender a ese maldito y doloroso bulto en sus pantalones que clamaba por tener al pelirrojo solo para él.

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Disfrutó lo suficiente del agua caliente y de la hermosa vista del cielo nocturno. Se secó y se cambió para ir a la cama, habiendo despejado su mente lo necesario como para poder dormir profunda y plácidamente esa noche.

Volvió a la habitación, notando que el mayor no estaba.

-… ¿Yoochun?- habló esperando respuesta, oyendo luego unos murmullos que venían del otro lado de la habitación. Caminó hacia allá, quedando frente a la puerta entreabierta del baño, oyendo al otro lado el caer del agua de la ducha y unas respiraciones alteradas.

Abrió la puerta con cuidado, lo suficiente como para poder ver lo que ocurría allí dentro. Sus ojos se abrieron desmesuradamente y sus mejillas se tiñeron de rojo vivo en un segundo.

Tenía la vista perfecta del perfil del pelinegro, apoyado con un brazo en las baldosas de la pared de la ducha y la mano contraria en su entrepierna, con el rostro sumergido en placer y el agua cayendo sobre su cuerpo. El bombeo frenético que el mayor aplicaba sobre su propio miembro había excitado al pelirrojo, quien apartó la mirada al instante y se dispuso a cerrar la puerta. Oyendo de repente un gemido algo más grave.

-…Aaahhh…Jun…suuu- y su nombre saliendo de la boca del mayor lo descolocó totalmente, provocando un latir acelerado en su corazón y un violento sonrojo en su rostro.

Retrocedió algunos pasos, tropezando con la maleta de Yoochun y cayendo aparatosamente al suelo.

-¿Junsu?- oyó desde dentro del baño – ¿eres tú?- se levantó y de un brinco se metió a su cama, tapándose hasta la cabeza con las sábanas, cubriéndose los oídos con las manos tratando de callar ese jadeo con su nombre que se repetía una y mil veces en su mente.


Continuará…

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