(FIC) I Show It, You Enjoy It

Oh Dios, me ha costado unos 3 días escribir esto ya que a cada rato venía alguien a cortarme la inspiración. Pero lo he terminado y se los regalo como una dosis lemonosa y sexy de YooSu bonito♥
Por cierto, tenganme piedad porque nunca antes habia escrito un Junsu's POV de ESTA magnitud :)

Doriian: Por fin terminé de escribirlo y debo decir que me da DEMASIADA vergüenza que vayas a leerlo porque es una de las más grandes cochinadas que he escrito :)

Felina: No me gusta verte emo :( Así que te doy YooSu lemonoso como te gusta para que te sientas mejor♥


Título: I Show It, You Enjoy It (Yo lo muestro, Tu lo disfrutas)
Autora: Axy
Parejas: YooSu
Género: Romance
Advertencia: NC-18/LEMON

Toda la culpa de mi pornosidad la tiene Junsu y sus fotos, las que me inspiraron a escribir esto:

-¡¡¡Chunnie~~!!!- chillé lanzándome a sus brazos.

-Te extrañe amor, mucho mucho- sonrió contra mi cuello, cerrando la puerta tras de sí con una de sus manos.

Me separé un poco para poder besarlo despacio, sintiendo sus manos sobre mis mejillas. Había extrañado tanto tenerlo cerca, el concierto en Bangkok había sido un éxito y Chunnie había prometido venir a verme antes del siguiente concierto. Apenas me anunciaron que estaba en la recepción del hotel, me quedé tras la puerta esperando que llegara.

Me alzó de la cintura, aún rozando nuestros labios entre sonrisas y dimos unas cuantas vueltitas antes de que me bajara.

-Chunnie, no soy una chica como para que me estés haciendo esas cosas- me quejé jalándole de la mano hacía la cama que abarcaba la mayor parte de la habitación. Me subí a ella, quedando de rodillas frente a mi novio que aún estaba de pie.

-Te amo- me dijo envolviéndome con sus brazos en un nuevo abrazo, correspondí al instante y lo jalé sobre mí hacia la cama. Ambos terminamos medio recostados sobre ella, sintiendo a Yoochun prácticamente encima de mí.

-¿Soy yo… o me parece que estas con ganas hoy? Acabo de llegar y ya quieres meterme a la cama- se burló dejando unos cuantos besos sobre mi rostro, reí ante tal cuestionamiento, empujándolo de lado para quedar echados frente a frente.

-Te he extrañado mucho- confesé jugando con mis dedos en su cabello –quiero que me ames hoy, hasta que nos durmamos abrazaditos- sonreí tras mis propias palabras, recibiendo un beso fugaz sobre mis labios.

-Déjame sacar unas cuantas cosas de la maleta antes, ¿si?- se puso de pié y alcanzando la maleta la dejó sobre la cama para abrirla.

-¿Me has traído algo?- pregunté observándole con cuidado.

-Sí, te he traído varias cosas, pero la más importante ahora es esta- respondió y sacó un sobre amarillo de uno de los bolsillos. Lo miré detenidamente, sin abrirlo.

-¿Qué es esto?- Yoochun bajó la maleta y se sentó frente a mí en la cama, quitándome el sobre de las manos.

-Pruebas- respondió, lo miré confundido y puso el sobre boca abajo, dejando que el contenido se esparciera sobre la cama. Eran fotos mías, fotos tomadas por las fans y evidentemente sacadas de internet. Todas eran de los últimos conciertos que había dado.

-¿¿Qué tienen estas fotos??- las tomé entre mis manos, mirándolas con detalle, tratando de encontrar la razón por la cual me las estaba mostrando.

-Te tienen a ti en todo tu esplendor, mostrando más de la cuenta- dijo señalando en una de las fotos a la altura de mi pecho.

Me acerqué lo suficiente como para poder inspeccionar la imagen y encontré un atisbo de uno de mis pezones notándose bajo la ropa.

-¡Yaahh! ¡Solo tu notas esas cosas!- avergonzado hasta las orejas le quité la foto de las manos.

-¿Si? ¿Entonces por qué las fans han tomado tooooodas estas fotos?- las extendió sobre la cama y me dejó ver que en todas y cada una de ellas, podía verse más de la cuenta.

Sentía mis mejillas arder y no encontraba una explicación en mi cabeza como para defenderme, después de todo no era mi culpa que se me viera un poco más de piel mientras me movía.

-No creo que estas hayan sido las únicas fotos que han tomado, ¡tú que siempre andas de pervertido debes haberlas buscado especialmente!- lo regañe haciendo un puchero, el cual no se tardó en besar. Y seguí inspeccionando las fotos al detalle.

-Tendré que hablar con tu estilista- dijo entre risas mientras delineaba con su dedo una de las fotos.

-No me había percatado de esto… pero Chunnie, no es para tanto, tú que eres un pervertido y celoso eres el único que le vería algo malo a esto. Yo lo veo sexy y estoy seguro de que todas mis fans también piensan que es sexy- frunció el ceño y me jaló de la cintura, sin importarle aplastar las fotos que estaban regadas sobre la cama. Me acomodó a horcajadas sobre él, abrazándose a mi cintura.

-Si sabes que soy un pervertido y celoso, ¿por qué andas mostrando tus pezones bonitos cada que bailas?- preguntó comenzando a besar despacito por mi cuello.

-No uses términos tan “delicados” por favor- reí contra su cabello negro, aún mirando con los brazos tras su cuello las fotos que habían quedado en mis manos –puedes decir que son sexys, no bonitos-

-Come on Baby, son bonitos, y todo tú eres bonito también. Sexy de vez en cuando y más cuando quieres hacerme arder en celos- sentí sus dientes sobre mi cuello, dejando mordiscos a su paso.

Regresó a mi boca y se deleitó por minutos con mis labios, sus manos se afianzaron a mi cadera, presionándome de tanto en tanto contra la suya. Sentía la humedad de nuestros labios pegados, el calor inminente que nos comenzaba a absorber despacio.

Dejé caer las fotos que habían entre mis manos, rodeé su cuello con recelo jugando con mis dedos entre los cabellos de su nuca mientras el profanaba mi boca con su lengua. Nos separábamos cada tanto para respirar y volver a besarnos con más ganas, aquel cosquilleo que no había sentido en días apareció nuevamente revoloteando en mi estomago haciéndome sonreír. Nos detuvimos un momento, solo para mirarnos y sonreírnos un rato. Yoochun acariciaba mis mejillas con cariño sin deshacer el contacto de sus pupilas con las mías.

-Mmm… quiero hacerte el amor ya- dijo apenas, con gesto pensativo –pero aún creo que debo reñirte por andar mostrando pedacitos de piel que me pertenecen- me reí ante tal comentario.

-¿Ya no me has “castigado” lo suficiente por Tarantallegra? Voy a compensarte en un rato ¿si?- aseguré dejando piquitos sobre su rostro. Coló sus manos bajo mi camiseta y dejó caricias en mi espalda baja y unas cuantas sobre mi vientre.

-Espero me compenses bien- dijo alzándome la camiseta, logrando quitármela antes de que pudiera protestar –ir compartiéndole al mundo uno de mis manjares favoritos no es algo que me guste- se quejó, llevando su rostro directamente a mi pecho para lamer uno de mis pezones.

-¡¡Mmm!! Chuuun~- jadeé bajito, sintiendo su lengua rugosa y caliente sobre mi piel. Estremeciéndome en sobremanera cuando chupa fervientemente y jala ligeramente la punta entre sus labios.

Con sus brazos en mi cintura, me pegó cuanto pudo a su cuerpo, obligándome a friccionar nuestras erecciones semi despiertas. Su lengua seguía torturando mi piel, haciéndome perder la cordura, lanzando corrientes eléctricas por todo mi cuerpo.

-¿Sabes… qué es lo que más me molesta baby?- preguntó dando mordiscos y frotando el pulgar en su igual, revolucionándome las hormonas otro poco.

-¿Q-qué?... ¡ahh! ¡¡Chuunnie!!- gemí cerrando los ojos cuando succionó sobre esa pequeña porción de piel hipersensible, haciéndome temblar deliciosamente y comencé a sentir aquel estorbo aprisionado dentro de mis pantalones.

-Qué en las fotos…- comenzó a explicar dejando mi pecho desatendido para poder recoger una de esas imágenes de la cama -…los tienes tan duritos como solo yo puedo ponértelos- susurró con ese tono de voz sexy contra mi oído, y casi pudo darme un orgasmo solo con escucharlo así.

-Es porque pienso en ti todo el día, incluso mientras bailo- respondí agachándome un poco para alcanzar su cuello y besarlo despacito – ¿qué crees que es lo que pasa por mi mente cuando muevo mis caderas? ¿Eh?- reí contra su clavícula, quitándole la chaqueta y alzándole la camiseta con prisas.

Sonrío de medio lado dejándome desnudarle el torso, delineé con mis dedos su piel, pasando con mi dedo índice por mi nombre plasmado en aquel tatuaje. Di un respingo al sentir sus manos sobre mi trasero, apretándome fuertemente contra él, presionándome contra su cuerpo, compartiendo el calor intenso de nuestras pieles algo sudadas por el amor que iba de a pocos alcanzando su punto de ebullición.

-No puedo creer que me estés confesando estas cosas tan pervertidas Junsu- lamió una de las comisuras de mis labios, antes de dejar un beso sobre ellos – ¿así que me imaginas dándote duro y rico por detrás?- profanó mis labios antes de siquiera darme tiempo para ponerme colorado.

Sentí mis mejillas arder ante sus palabras y ese roce constante de nuestras caderas. Yoochun estaba tan, o más, duro que yo y ya moría de ganas por sentirle.

-¿Puedo compensarte ahora? Prometí que lo haría hace un rato- reí alejándome un poco para quedar de rodillas sobre la cama y empujarle obligándole a bajar y ponerse de pie al borde.

-¿Qué planeas hacerme pequeño diablillo rubio?- se burló mientras me observaba retroceder sobre la cama.

Arrodillado como estaba, desabroché mis pantalones y los bajé junto con los bóxers lo suficiente como para liberar ese incomodísimo bulto que se había alzado orgulloso al instante. Mi novio se relamió los labios un par de veces al verme bombear un poco sobre mi propia entrepierna. Sonreí ante su expresión cruzada de deseo y terminé de quitarme lo que traía puesto.

Gateé hacia él, alzándome de rodillas nuevamente para poner mis manos en sus hombros. Atraje su rostro al mío y lo besé por un rato, ahogando pequeños jadeos en su boca por culpa de esa mano que coló entre nuestros cuerpos para tocarme.

-Déjame hacer mi trabajo~- lo regañe al separarnos, bajando con besos desde su pecho hasta el borde de sus pantalones. Me eché boca abajo apoyado en mis codos, con mi rostro a la altura de su entrepierna. Me deshice del botón y bajé el cierre con mis dientes, introduciendo mi mano en sus bóxers para sacar su miembro desesperadamente, lo sentí temblar ante mi tacto y ahogó un jadeo cuando le besé la punta despacito.

-Mmmhh~ ahh… Junsu… ¿Por qué no dejé que me compensaras antes?- lo oí decir mientras saboreaba el trozo de carne ardiente y duro que tenía entre mis manos, dejando lamidas por acá y besos por allá. Enredé mi lengua en la punta una y otra vez, jugando con aquella hendidura que lo hacía gemir ante mis atenciones.

-¿Te gusta?- busqué su mirada mientras masturbaba su erección con una de mis manos.

-Aaahh… s-si… ¡¡OH FUCK!! ¡¡¡JUNSUUU!!!- y recibí aquel gemido desesperado que tanto quería oír cuando engullí toda su extensión en un solo movimiento. Una de sus manos se aferró a mi cabello demandándome algo de velocidad. Tragué cuanto pude, sintiendo como su punta tocaba mi garganta sin llegar a provocarme arcadas.

Intercalaba mis atenciones, sabiendo que moría en placer bajo mi poder. Hasta que aquel sabor salado del líquido pre-seminal me obligó a detenerme.

-¿Quieres terminar en mi boca?- pregunté dibujando figuras sin sentido con uno de mis dedos sobre su vientre.

-No...- me obligó a alzarme, atrapándome de la cintura y fundiéndonos en un beso apasionado –quiero terminar dentro muy muy dentro de ti- me sonrió a la vez que volvía a tomar su lugar sobre la cama luego de quitarse los pantalones.

-No es justo- hice un puchero mientras me sentaba a horcajadas sobre sus piernas cruzadas –prométeme que a la próxima terminarás en mi boca, hace tiempo que no recibo mi dosis de “sabor a ti”- lo vi ponerse colorado (lo cual era muy extraño) y hundió su rostro en mi cuello.

-Fuck… Fuck Junsu, ¿quieres que me corra sin siquiera haber comenzado a hacerte el amor en el sentido literal de la palabra? Tus palabras y tu voz también me excitan ¿sabes?- dijo y me burlé de él a la vez que dejaba besitos sobre su rostro, esperándole para que comience a prepararme.

Había sido necesaria un poco de mi saliva sobre sus dedos y algo de paciencia para que logren deslizarse con facilidad en mi interior como lo hacen ahora. Su mano bombeaba mi entrepierna con rapidez al mismo tiempo de las embestidas de sus dígitos en mi intimidad.

-Mmm~~ Chunnie~~ Yoochunnie, te quiero dentro ya- gemí desesperado en su oído, apartando con una mano sus dedos de mi interior.

Me alzó un poco envolviendo sus brazos en mi cintura, enredé mis piernas tras la suya y sentí su entrepierna dura, caliente y pegajosa perfilarse en mi entrada aún estrecha.

-Aahh~~ ¡ahh! ¡Mmm! ¡Chuun!- jadeé inquieto ante la sensación de su miembro enterrándose despacio dentro de mí.

Busqué sus labios con desesperación, necesitaba distraerme en algo hasta acostumbrarme a su tamaño. Susurró un “Lo siento baby” antes de corresponder aquel beso y enfoqué toda mi concentración en sus carnosos labios y el dulzor que colaban en mi boca. Una vez que lo sentí llegar al tope se detuvo y nos quedamos quietos un rato.

-Te extrañé- dije sonriente dándole piquitos en los labios.

-Yo extrañe… tu trasero- respondió dándome un apretón allí mismo con sus manos, besándome nuevamente cuando me dediqué a hacerle pucheritos.

-Idiota, ya no te daré nada. Ve al baño y bájate los humores tu solo- lo regañe recibiendo caricias en mis mejillas y risas de parte de él.

-Estoy bromeando precioso, obvio que te extrañe a ti. A ti, a tus sonrisas, a tus besos y a tus abrazos- me rodeó con sus brazos la cintura –y también extrañe hacerte el amor- dijo comenzando a moverme sobre sus caderas, imponiendo la velocidad con sus brazos alrededor mío.

Sentía como todas y cada una de las mariposas que volaban en mi estomago se convertían en pequeñas llamas ardientes de fuego que se canalizaban como corrientes eléctricas por todo mi cuerpo.

Había gotitas de sudor formándose en su frente, y yo no podía evitar besarlas a la vez que enredaba mis dedos en su cabello negro. Lo sentía llegar cada vez más profundo y con más fuerza, arrancando gemidos y jadeos desesperados de mis labios.

-Ahh~~ ¡Ahí! Ahí, más fuerte~- pedí abrazado a su cuello cuando su miembro tocó ese punto que me hacía delirar en placer. Encajó su boca en la mía, saboreándome con ganas, deslizando su lengua por cada recoveco de mi cavidad bucal, obligándome a ahogar mis gemidos contra la suya mientras sus caderas arremetían contra mi intimidad con fuerza.

-Mmm… Te amo Junsu- susurró aún contra mis labios, sin separarse ni un centímetro más. Compartíamos el calor y el aliento, compartíamos el amor.

-Y yo a ti- correspondí conectando nuestras miradas, dejándome llevar por lo hipnotizante de esos ojos oscuros que tanto me encantaban.

Yoochun me sujetó fuerte de la espalda y sin abandonar mi interior logró recostarme en la cama, acomodándose sobre mí para continuar con el vaivén de nuestras caderas. Mi erección estaba aprisionada entre nuestros vientres y sentía ese típico calorcito allá abajo que, junto con los temblores de mi cuerpo, me avisaban que faltaba poco para terminar.

Mis sentidos estaban nublados, solo podía ver a mi novio y escuchar sus gemidos contra mi oído, podía sentirle totalmente dentro de mí, fundido a mi cuerpo. Sus estocadas disminuyeron la velocidad pero mantuvieron la fuerza. Estábamos a punto de tocar el cielo.

-Ahhh~~- largué un gemido al sentir su mano aprisionando deliciosamente mi miembro, no pude aguantar más y esa sensación indescriptible de placer absoluto atacó hasta la última neurona de mi cerebro. Mi propia esencia cayó sobre mi estomago y sobre la mano de Yoochun.

-Mmm~~ Voy a… ahh~- jadeó contra mi oído y apenas un atisbo de cordura me obligó a actuar.

-Dentro~ Muy muy dentro~- alcancé sus caderas con mis manos y lo jalé contra mí, para que llegara lo más profundo posible. Luego de aquel orgasmo me sentía estrecho nuevamente y sabía que aquello le iba a encantar.

-¡Ahhh! Junsuuuu~~- soltó un gemido largo y sentí ese liquido caliente llenarme por completo. Sonreí recibiéndolo entre mis brazos, dando grandes bocanadas de aire para recuperar la respiración y el pulso. Su corazón iba a mil por hora al igual que el mío, y ese latido incesante era como música para mis oídos.

Cuando recuperamos el aire necesario, besó mis labios y salió despacito de mi interior. Nos metimos con prisas bajo las sábanas y me abracé a su cuerpo aún pegajoso por el sudor.

-Hemos quedado terriblemente sucios baby, ¿no te quieres dar una ducha?- preguntó devolviéndome el abrazo, delineando mi columna con sus dedos.

-No, quiero dormir así. Oliendo a ti, oliendo a que acabas de hacerme el amor- respondí hundiendo mi cabeza en su pecho, recibiendo besos y risitas en mi frente y en mi pelo.

Y me susurra un “Te amo” que es como un arrullo para poder dormir sin preocupaciones, sin miedos ni temores, dándome fuerza una vez más para los siguientes días en los que no podamos vernos muy seguido.

Recordándome también pedirle a la estilista que me haga atuendos más abiertos para divertirme con sus celos cuando nos volvamos a ver ♥

*FIN*

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