(FIC) Recuérdame que soy tuyo

Bien, aquí les dejo shot porque las quiero y sé que me extrañan~~ ok, no. Pero yo sí las quiero :) ♥
Mmm... quizás es que no estoy acostumbrada, pero con los teasers de Junsu solo se me vienen cosas de esta magnitud a la cabeza♥ Y no sé :/ me siento rara publicandolo xD Tengame piedad y mucho cariño si? :3 ♥
Ok, entonces el tema de hoy es: El teaser oficial del Tarantallegra♥ y Chun no se iba quedar así como si nada~~ Disfruteeen~~

Título: Recuérdame que soy tuyo
Autora: Axy
Parejas: YooSu
Género: Romance
Advertencia: NC-18/LEMON (o deberia poner NC-25?? Dios, siento que me salen muy lemonosos los shots. Ok, quizás no lo son, pero personalmente nunca habia escrito algo tan así♥)

Jaló al rubio con todas sus fuerzas y lo arrastró a través de aquel centro comercial al que había ido a buscarlo, dejando a los amigos que lo acompañaban extrañados.

- ¡¿Yoochun, que haces?!- el pelinegro frenó y lo encaró, con el ceño fruncido.

-Te secuestro- le gruñó y se agachó para cargarle por la cintura, cual “costal de papas” sobre su hombro.

Junsu pataleaba y le golpeaba ligeramente la espalda, haciendo uno de sus mil tipos de berrinche. Pero bien sabia que se merecía este “secuestro” y muchísimo más después de haber huido de casa antes del lanzamiento del teaser oficial de su nuevo video musical.

La gente los miraba al pasar. No era nada común ver a un par de chicos, muy guapos además, en esa situación extraña. Sabe dios que cosas pasarían por las cabezas de quienes los vieran.

Pero había algo en especial que rondaba la cabeza del pelinegro desde que terminó de ver ese Teaser y tuvo que utilizar su querida “amiga mano” para bajar las hormonas alborotadas.

- ¡¡Chunnie!! Baaaaaajaaameeee~~- lloriqueaba el menor mientras hacia lo posible por zafarse.

El mayor ni siquiera se tomó la molestia de responderle, hace ya casi una hora que había perdido los estribos, y no había quien lo detenga.

Llegó a la van en la que había venido, abrió la puerta corrediza de los asientos traseros y “botó a su paquete” sobre uno de ellos.

- ¿Chun?- Junsu le miró algo asustado a decir verdad, su novio nunca había llegado a tales extremos.

El pelinegro cerró la puerta, asegurándose antes que fuera imposible abrirla desde dentro, y subió al asiento del conductor. Arrancó y manejó a toda velocidad, apenas dejándole reconocer al menor las calles por las que pasaba. Entraron hacia un estacionamiento subterráneo, y se detuvieron.

Junsu estaba paralizado en su asiento, Yoochun bajó y se metió a la parte trasera de la van, cerrando la puerta tras de sí.

- ¿Chunnie?- las manos del mayor temblaban y Junsu pudo jurar que algo andaba mal.

-Bésame antes de que destruya todo el interior del carro- el pelinegro estaba crispado hasta los nervios de celos, enojo, furia o cualquier emoción que pueda describir las ganas que tiene de matar a todo ser vivo que se atreva a cruzar miradas con su novio.

El menor ancló sus brazos al cuello de su novio, sentándose en su regazo, alcanzando esos labios que lo reciben desesperado, fundiéndose en un beso ardiente en llamas de deseo. Los brazos del pelinegro se aferran a la cintura del rubio, como para nunca dejarlo ir.

- ¿Viste el video?- preguntó apenas el menor, ladeando su cabeza para darle acceso a esa boca que besa cada porción de piel sobre su cuello.

-Oh sí que lo vi- lleva su mano al trasero de su novio y lo estruja descaradamente entre sus largos dedos, recibiendo gemidos queditos en su oído –You’re so fucking fucking sexy- gruñe contra la piel del cuello del rubio, dándole mordiscos y dejando marcas por doquier –debería castigarte- le dice metiendo sus manos bajo la camiseta.

-Mmm… ¿por qué Yoochunnie?- pregunta buscando los labios de su novio una vez más.

-Por venderte así al público, ¿no entiendes que me perteneces?-

-Si… mmm… pero se me ha olvidado un poco- recibiendo un gruñido por parte del pelinegro – ¿no quieres recordármelo?- susurra sexy en el oído de su novio.

En cosa de minutos la ropa había quedado tirada en el suelo de la van, las lunas polarizadas se iban empañando poco a poco, dándole ese toque sexy a la escena. Ambos enamorados morían de calor y se ahogaban en los gemidos y jadeos del otro.

El miembro del mayor se perdía una y otra vez en la intimidad de su novio. Junsu estaba apoyado sobre sus rodillas en el asiento, con los brazos sobre la cabecera, dándole la espalda a ese Yoochun que arremete contra el sin cesar.

- ¡Ahh! ¡¡Aaahhh!! Chunniee~~- el menor gemía descontrolado, poco importándole que alguien de fuera lo escuche.

Las gotas de sudor resbalaban sobre sus cuerpos y el ambiente se volvía cada vez más húmedo, las ventanas cerradas impedían que entrara más oxigeno, sofocándolos en placer.

El pelinegro bombeaba la entrepierna de su rubio novio al compás de sus estocadas, arrancándole cada vez gemidos más agudos. Le sintió temblar y en un jadeo entre cortado dijo su nombre, corriéndose en su mano.

-Mmmm… Baby, aquí no puedo… terminar dentro de ti- apenas un atisbo de cordura le había hecho caer en cuenta de aquel detalle, saliendo de su interior, llevando la mano llena con la esencia del menor a su propia entrepierna para comenzar a moverla sobre ella.

Junsu cambió de posición, ofreciendo su boca para estimular a ese hinchado trozo de carne que estaba a nada de vaciarse por completo. Recogió cada rastro de su propia esencia con su lengua y luego de unas cuantas succiones y lamidas por aquí y por allá, tragó cuanto pudo de aquel liquido que le sabia a gloria.

- ¿Te quedó claro?- preguntó Yoochun, sentándose al lado de su novio, atrayéndole en un abrazo y juntando sus labios en un beso.

-No mucho- sonrió –deberías “profundizar” un poco tus explicaciones- dijo delineando con las yemas de sus dedos el pecho del mayor. Este frunció el ceño y exigió un beso algo más profundo.

-Ponte la ropa- apenas le susurro, antes de comenzar a vestirse con prisas.

~~~~~~

Ambos estaban sudados, pegajosos, muertos de calor y mal vestidos. Corriendo hacia el lobby de ese hotel en el que estaban estacionados.

-La llave de la habitación 612- le dijo el pelinegro a la señora mayor que estaba tras el mostrador.

La mujer sacó la llave de un cajón y extrañada por la actitud y la apariencia de ambos muchachos la entregó algo asustada. Y no dudó en ponerse a rezar cuando les vio entrar al ascensor y sin pudor alguno comenzar a besarse, pensando en las cochinadas que harían esos chiquillos “descarrilados del buen camino”.

-Chuuun~ Aquí no, aquí no- el rubio repetía una y otra vez sin esforzarse siquiera en apartarse de su novio, disfrutando como le pega a su cuerpo y siente lo duro que puede ponerle solo con saberse en esa situación. Para suerte de ellos, nadie detuvo el ascensor y no hubo personas alrededor cuando salieron del ascensor con el torso desnudo y las camisetas en mano.

Entraron a la habitación, dejando a su paso toda la ropa en el suelo, y fueron directo a la ducha, había que bajar un poco ese calor sofocante que aún sentían después de habérselo montado en la van. El grifo abierto con agua fría les estremeció de pies a cabeza, erizándoles la piel al instante.

El mayor pudo haberse corrido solo con ver como los pezones de Junsu se ponían duros al contacto con el agua, jugó con sus dedos sobre ellos y luego su lengua provocó aquel contraste de temperaturas que hizo temblar al menor.

Sus cuerpos ardían en llamas y el agua fría parecía no surtir efecto, se había convertido en un contraste perfecto para incentivar más ese deseo que se tienen.

-Todo esto por ese estúpido, estúpido y miserable video- gruño Yoochun, subiendo a lamer el cuello mojado de su novio.

-No te enojes con el video~ Sé que te encantó-

- ¿Vas a seguir torturándome así?- preguntó arrinconándole contra la pared.

-Si esto es lo que gano por torturarte, entonces sí- rodeó el cuello del mayor con sus brazos, besando esos labios gruesos que siguen fruncidos en un gesto enojado –no te pongas así~ ¿No ibas a ayudarme a recordar que soy tuyo, tuyo y solo tuyo?- pegó sus caderas a las de su novio, sintiéndole igual de necesitado que él – ¿podrías “profundizar” un poco más el tema esta vez?- le susurra al oído antes de besar su mejilla.

Yoochun le levantó las piernas, obligándole a enroscarlas en su cintura, teniéndole entre la pared y su cuerpo. Frotó unas cuantas veces la punta de su hinchado miembro en la intimidad del rubio, haciéndole jadear desesperado.

-Mmm… entra ya Chunnie… ¡aahh!- soltando un chillido agudo al sentir la palpitante entrepierna en su estrecho pasaje, que por el frío súbito se había contraído de nuevo.

-Ahh Baby… Mmm, you’re so tight- entrando y saliendo despacio, tratando de ir más profundo cada vez. Hasta llegar al fondo y quedarse en esa posición un rato, disfrutando mientras tanto de los labios, el cuello y los hombros del rubio.

-Te amo- el mayor busca una vez más sus labios, siendo correspondido al instante.

- ¿A pesar de sacar videos donde me veo sexy?- preguntó el menor.

-Tonto, esa es una razón para amarte más… y permitirme el ponerme celoso, y hacerte el amor cuantas veces quiera- le besa un poco más dulce, moviendo sus caderas, reavivando el calor que había disminuido por unos minutos.

-Ahh… eso quiere decir… mmm~ ¿que esta no es la última ronda?- apenas puede preguntar Junsu mientras se ahoga en placer, sintiendo como esas gotas de agua fría se pierden mientras resbalan por su cuerpo, haciendo un chasquido al llegar al lugar donde su cadera se golpea incesante con la de Yoochun.

-No- responde sobre su boca, robándole el aliento y la poca cordura que le queda. Y se quedan así de cerca, respirando el mismo aire, compartiendo el mismo espacio, fundiéndose en uno una vez más, haciendo el amor.

El rubio se abraza con más fuerza al cuerpo de su novio, apresado su miembro entre sus torsos, casi gritando de placer. Ambos repiten el nombre del otro sin parar, se sienten desfallecer ante aquella danza de sensualidad, sus labios se encuentran miles de veces en besos cortos, y sienten que llegan a tocar el cielo con las puntas de sus dedos.

-Ahh Junsuu~~- el pelinegro llega lo más profundo que su extensión le permite, dando unas ultimas estocadas con mucha más fuerza a las anteriores.

- ¡¡Yoochuuun!! Mmmm~~- logran decir sus nombres sobre los labios del otro en el momento preciso en que el rubio se libera en sus torsos y el mayor llena por completo el pasaje de su novio con su esencia.

Ambos se sostienen como pueden, los espasmos los hacen temblar y tambalearse. Se sonríen aún tratando de recuperar el aire y se besan suavemente.

~~~~~~

Se habían terminado de bañar con agua tibia, descansando un poco del esfuerzo físico. Se tomaron todo el tiempo del mundo para limpiarle el uno al otro cada porción de piel, jugueteando cada tanto, pero sin llegar a más. Entre sonrisas y besos se secaron y se metieron a la cama.

-Espero que te guste el video completo cuando salga- el menor estaba recostado sobre el pecho de su novio.

-Sabes que voy a querer matar a quien se atreva a verte ¿no?- le responde acariciándole el cabello que cae desordenado sobre su frente.

- ¿Eso no sería un homicidio masivo-mundial o algo parecido?- el rubio rió lindamente.

A pesar de derrochar sensualidad en sus videos seguía siendo ese chico tierno del que el pelinegro se enamoró, ese que se sonroja con cada caricia y le regala una sonrisa pura cuando lo necesita.

- ¿Por qué es tan difícil ser el novio del chico más hermoso y sexy sobre la faz del planeta?- le pregunta enmarcando su rostro y dejando un beso sobre sus labios rosados.

-Mira el lado positivo, tienes muchos más beneficios que mis fans, y vas a poder disfrutar del Tarantallegra en vivo a diario- le devolvió el beso. Acomodándose como puede sobre su novio, sonriendo ante esas manos que se posan sobre su redondo trasero demandando contacto en sus entrepiernas.

- ¿Vas a montarme?- pregunta el pelinegro, logrando que el rostro de Junsu termine colorado como un tomate.

El mayor ríe y entre besos dan comienzo a una ronda más. Y sabe dios cuantas hubieron esa noche, pero no hubo escena más perfecta que la de los 2 enamorados durmiendo abrazados, exhaustos pero sonrientes.

Porque así hayan celos de por medio saben que es imposible dejar de amarse. Y no es porque duden ni porque teman perderse el uno al otro. Hacen el amor porque les nace el sentimiento, porque les gusta recordarse que son el uno del otro y nada ni nadie cambiará eso.

Y ese Tarantallegra y sus teasers les habían aumentado el deseo a los 2, obligándolos a dejarse llevar por sus emociones momentáneas, divirtiéndose a pesar de los celos del pelinegro y la sensualidad del rubio.

Lo que no sabían, es que al estreno del MV completo, lo mejor estaría por venir…




*FIN* (?)

Ok, ya ni sé que decir de mis propios escritos xD ES CULPA DE JUNSU!! ♥
Dejar un comment no cuesta nada~~ ♥