(FIC) Hablemos de Materias *Capítulo 3*

Poniéndome al día con este serial~ ;D




Capítulo 3:



La melodía cesó, pero la felicidad y la emoción aún flotaban a su alrededor.

Los latidos del pelirrojo continuaban tamborileando en su pecho, y su boca entreabierta trataba de recuperar el aire perdido por haber cantado con tanto sentimiento. Pero no había podido evitarlo, nunca antes había oído un tocar de piano tan armonioso y encantador como aquél, tan perfecto para sus oídos y reconfortante para su corazón.

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Sus dedos abandonaron el piano y se puso de pié en busca del dueño de esa voz angelical. Caminó hasta el telón y buscó una manera de abrirlo, logró asir su mano a un lado y jaló con fuerza, encontrándose con los asientos vacios en esa semioscuridad algo tenebrosa.

Paseó su mirada hasta el último recoveco del auditorio, pero no había rastro alguno de quien estuviera cantando con él hace unos minutos.

-Quizás sea mejor quedarme con la duda- dijo para sí, esbozando una ligera sonrisa antes de recoger sus cosas e irse.

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-Changmin!! Chaaaangmiiiiin!!!!!- chillaba el pelirrojo tratando de alcanzarlo antes de que se fuera a su casa.

-¿Hyung? ¿No ibas a practicar hasta tarde?- preguntó el más alto, deteniéndose junto al portón de entrada de la universidad. El mayor lo alcanzó y se recargó con las manos en las rodillas.

-Changmin~ Oh Minnie, no sabes… yo acabo de… en el auditorio…- apenas y podía hablar por haber estado corriendo con todas sus fuerzas.

-Calma, calma… Respira ¿si? Tengo 5 minutos para escucharte, mi umma ya preparó el almuerzo así que debo ir a casa-

-Shim Changmin, deja de pensar en comida por un momento y escúchame- logró ponerse de pie aún con la mano en el pecho –En el auditorio, había alguien tocando el piano- dijo sonriente, dejando escapar un suspiro risueño que no paso desapercibido por el morocho.

-… ¿y?- preguntó con calma para no delatarse.

-Y que nunca antes había escuchado que lo tocaran tan… maravillosamente. ¡Y estaba tocando mi canción!- respondió, sacando las partituras de su bolsillo para agitarlas a la altura del rostro de su amigo.

-Estás hablando como chiquilla enamorada Hyung- se burló a la vez que apartaba la mano, recibiendo una sonora carcajada a cambio –Me voy, te llamo por teléfono y me cuentas los detalles. Adiós- se despidió y literalmente salió corriendo.

-Pff, yo enamorándome de un pianista misterioso…- dijo entre risas, dándole un vistazo a aquellas partituras una vez más -…tal vez…- soltando un suspiro antes de borrar aquella sonrisa de su rostro.

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Sabemos que cuando de Shim Changmin se trata, no puede negarse a una deliciosa comida; más esta vez no había huido por querer llegar temprano a almorzar.

-“Debo aprender a mentir”- pensó mientras caminaba presuroso.

Quizás esa no sea la palabra correcta, tal vez “actuar” o no ser tan obvio. ¿Qué rayos era lo que acababa de pasar? Su Hyung, Junsu Hyung, enamorado del pianista… llamado Park Yoochun.

Ese mismísimo Park Yoochun que el pelirrojo detesta y que es la causa de sus enfurruñamientos diarios. Claro que el morocho quiere amistarlos y todo, ¿pero enamorarlos?

-¿Y si no era Yoochun-Hyung? ¿Y si era otra persona tocando el piano?- se detuvo en seco, hablando solo en voz alta –Assshhhh! ¿¿Qué diablos ha pasado??- renegó revolviéndose el cabello frustrado.

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Jaejoong soltó un suspiro a la vez que oía la contestadora a través de su teléfono celular.

-¿No responde?- preguntó Yunho abrazándole por la espalda.

-No… y lo vengo llamando desde el viernes por la noche. Mañana será su primera clase de matemáticas con el chico de la “linda carita” y me preocupa que se haya fugado o algo- dijo dejando el móvil en la mesita de noche. Acomodándose nuevamente en la cama de su novio.

-¿Por qué siempre tienes que ver el lado negativo de las cosas?- cuestiona atrayéndole de la cintura para cubrirlo con las sábanas.

-No lo hago, solo me preocupan las posibilidades…- aclara recibiendo un beso en la frente –Yunnie, son casi las 11 de la mañana, ¿planeas seguir aquí metido?-

-Sí JaeBoo, aquí mismo, contigo, disfrutando este lindo domingo- responde sonriente antes de probar con sus labios la boquita rosada de su Jaejoong.

-A mis papás les preocupa que frecuente mucho tu apartamento- saca el tema a colación, jugando con sus dedos en el rostro del moreno.

-Pero ya tienes 19… es normal que salgas de tu casa, ¿no?-

-Si… aunque creo que les incomoda que me pase todos los días específicamente contigo- dice en voz baja, evadiendo las orbes achocolatadas que le miran con detenimiento.

-Hay que decirle la verdad a tus padres- sentenció, alzándole el rostro para buscarle la mirada –ya se lo hemos dicho a los míos, sabes que ellos nos apoyan y además, mi madre te adora- agrega con una sonrisa, de esas que derriten el corazón del castaño.

-…Está bien- responde apenas, antes de ser besado una vez más.

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*Lunes por la mañana*

Aula de Ciencias Sociales:

Eran las 7.30 am, a casi una hora del inicio de clases. La mayoría de las aulas seguían completamente vacías, y Kim Junsu aprovechaba muy bien su tiempo dentro de una de ellas.

-Junsu Hyung… ¿me pediste que viniera temprano solo para verte trabajar?- preguntó Changmin largando un bostezo.

-De hecho, lo hice para que me ayudes…- el pelirrojo lo miró enojado unos segundos, volviendo a centrar su atención en esas hojas llenas de ejercicios de matemática.

-Pero no lo haré porque sabes que estoy en contra de tus planes macabros para hacer renegar a Yoochun Hyung-

El morocho se cruzó de brazos, sin importarle recibir esa mirada fulminante de parte de su amigo. Y no podemos culparlo por su actitud, el hacía lo correcto. Junsu lo había llamado para que le ayude a buscar los ejercicios más complicados del curso, planeaba enseñarle las matemáticas a su manera, por el lado más difícil.

-Hyung, ¿has tomado en cuenta que podría pasarte a ti si Yoochun reprueba?- cuestionó apenas la duda saltó en su subconsciente, obligando al mayor a detener sus acciones.

-¿a mí?... ¿por qué habría de pasarme algo?-

-Pues, tu eres el mejor en el curso… y si él reprueba a pesar de haber sido tu alumno… ¿eso no te afectaría en algo a nivel académico?-

-¡Shim Changmin! ¡Deja de meterme ideas en la cabeza! Todo estará perfectamente bien; además, no estoy diciendo que vaya a reprobar, solo lo molestaré un poco y luego le enseñaré lo necesario- refunfuñó juntando todas las hojas para acomodarlas en un folder.

-Igual opino que no deberías-

-¿¡Por qué lo sigues defendiendo!? Minnie, no quiero enojarme contigo- dijo frunciéndole el ceño.

-Y sé que no lo harás porque eres un buen Hyung y me quieres mucho- el menor sonrió a sus anchas, obligando al pelirrojo a hacer un puchero, frustrado porque sabe que Changmin tiene razón.

-Ok, ok. Solo porque tú me lo pides, puede que no lo torture mucho- renegó mientras guardaba sus cosas –solo espero que al menos ponga de su parte para aprender- finalizó. Jalando a Changmin del brazo para arrastrarlo consigo al aula donde tendrían clase en unos minutos.

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Aula de Composición Musical:

Era costumbre del pelinegro llegar temprano a las clases que verdaderamente le gustaban, y esos minutos que les llevaba de ventaja al resto de sus compañeros los utilizaba para hacer arreglos con el piano del profesor.

-Yoochunnie!- apenas Jaejoong abrió la puerta del salón, se lanzó a abrazar al menor -¿por qué no contestabas mis llamadas el fin de semana? ¿Dónde estuviste? ¿Estás bien? Estuve muy preocupadooo~~- lloriqueaba mientras reprochaba a su “pequeño”.

-Hyu-Hyung… me asfixias…- apenas balbuceó en un susurro ahogado, el castaño se soltó de su cuello y le sonrió lindamente pellizcando sus mejillas con ambas manos.

-Pensé que no ibas a venir hoy~- dice y termina riendo a carcajadas cuando Yoochun le aparta las manos y frunce el ceño por esa actitud tan melosa que tiene.

-Pues si vine “Jae-umma”- responde poniéndole énfasis al apodo que le va perfectamente, y sonríe también.

Porque a pesar de ser a veces cerrado, frío y altanero, tiene un corazón enorme y bondadoso que solo pocos han llegado a descubrir.

-¿y Yunho?- pregunta haciendo espacio en el asiento del piano para que su Hyung lo acompañe.

-En una reunión con la asociación estudiantil- respondió cabizbajo, perdiendo su mirada en algún punto al otro lado del aula –Yoochun… ¿tú qué opinas de nosotros?-

El pelinegro dejó de pasear sus dedos por las teclas del piano para poder prestarle más atención. Lo miró confundido por un segundo y antes de responder fue interrumpido.

-Lo digo en el sentido de… nosotros como pareja… como chicos… hombres… manteniendo una relación- agregó tratando de mantener la voz firme, fallando cuando tartamudea en la última línea.

-Yo no le veo nada malo. Personalmente no tengo absolutamente nada en contra de los gays y además, te conozco muy bien y sé que amas a Yunho tanto como él te ama a ti- asegura y le da un golpecito en el hombro –Jaejoong, somos muy amigos desde pequeños, y sabes que soy sincero. Si estuvieras con alguien que te hace daño, no aceptaría de ningún modo esa relación. Pero se nota a diez mil quilómetros de distancia que Yunho y tú son más que felices juntos- termina y vuelve su atención al piano, para tocar aquella melodía que le recuerda a la voz angelical que oyera hace unos días.

-Gracias- el castaño sonríe y se levanta para ir a buscar a su novio antes de que comience la clase.

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Pasillos del pabellón de arte:

-Bueno Minnie, ha llegado la hora- dijo el pelirrojo mientras caminaban hacia la biblioteca.

-¿Tengo que repetirte que seas piadoso con él?-

-No, me ha quedado bien claro- respondió dándole un golpe en el brazo.

-Está bien, entonces te acompañaré hasta la puerta, luego tengo que ir al auditorio-

Junsu se detuvo en seco.

-¿Y… y si mientras yo le estoy dando la clase al idiota de Park Yoochun, mi pianista está en el auditorio?- preguntó con los ojos muy abiertos. A lo que Changmin comenzó a reír.

-¿“TU” pianista?- se burló mientras seguía caminando.

-¡No es gracioso!- hizo un puchero, trotando un poco hasta alcanzarle el paso -puede que sea mi alma gemela- dijo y el morocho solo pudo reír más fuerte.

Continuaron caminando entre burlas y bromas hasta llegar a la entrada de la biblioteca.

-Te llamaré más tarde para contarte que tal me fue- dijo el pelirrojo antes de despedirse.

-Sé que les irá bien Hyung, ¡fighting!- el menor se da media vuelta y toma su rumbo hacia el auditorio. Dejando a un Junsu algo enojado por tener que gastar su tiempo en el engreído de Park.

-Si ese idiota no pone de su parte, voy a…-

-¿Vas a, qué?- una voz ronca a su espalda le hizo brincar del susto, dando media vuelta para encontrarse con los ojos oscuros del pelinegro, muy, muy cerca de él –Si el tutor no respeta a su alumno, el alumno no va a respetar al tutor… ¿quedó claro?- estableció con una sonrisa de medio lado.

Planeaba provocar y enojar de cualquier manera a su nuevo tutor de “linda carita”.



Continuará…

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