Las quiero *3* Volveré con más cosas bonitas~
Título: Hot as Hell
Autora: Axy
Parejas: YooSu
Género: Romance
Advertencia: NC-18/LEMON
Las fotos culpables: (Click para ver en grande)
-¿Junsu?- contestó el teléfono, algo extrañado de que su novio lo llame a altas horas de la noche.
-Yoochunnie, sé que es tarde, pero ¿podrías venir a mi apartamento?- preguntó con la voz seria al otro lado de la línea.
-¿Ha pasado algo?- se sentó en la cama antes de ver el reloj marcando las 2.30 am.
-No, solo necesito que veas unas fotos que van a salir mañana. No pude mostrártelas antes y creo que deberías verlas- explicó el menor.
-¿Tan urgente es?- cuestionó nuevamente, aún algo adormilado.
-¡Son fotos mías! Si quieres no las veas- le oyó hacer un puchero – ¡pero luego no te quejes de que salgo demasiado sexy!- y con ese comentario tocó el punto débil del pelinegro.
-Llego en 20 minutos- dijo esbozando una sonrisa y colgó para alistarse lo más rápido posible.
~~~~~~
Estacionó el auto y entró al edificio, llamando a Junsu mientras espera el ascensor.
-¿Llegaste?- pregunta con rapidez apenas contesta
-Sí, estoy abaj…-
Y apenas se abre el ascensor, a Park Yoochun –el hombre más malditamente afortunado del mundo- se le cae la mandíbula hasta el suelo, mientras ve a su novio allí adentro, con un traje negro que le hace ver increíblemente sexy.
Sus ojos se pierden en la figura de su novio; lleva una camisa, una corbata y un pantalón negro, con un saco del mismo color y detalles en dorado. Todo contrasta perfectamente con su cabello rojo pasión que cae desordenadamente sobre su frente, dando paso para ver el gris de sus ojos, que resaltan por el delineado en plateado. La boca del menor se curva en una sonrisa seductora y se acomoda para darle espacio al pelinegro, quien no reacciona y sigue embobado mirándole.
-¿Vas a subir?- pregunta con una sonrisa divertida. Sabe que ha dejado hipnotizado al pelinegro y disfruta cada segundo de ese poder que tiene sobre él.
Las puertas comienzan a cerrarse y el de cabellos rojizos las detiene con una mano, dando un paso para alcanzar al mayor del cuello y arrastrarlo consigo dentro del ascensor.
-¿Tienes algo que decir?- habla sumergido en las orbes oscuras que no han dejado de mirarle en un solo momento. Pero el pelinegro no responde y se lanza directamente a besar esos labios que se ven algo más pálidos, pero extremadamente deliciosos.
Sus bocas se acoplan a la perfección y danzan juntas creando distintas caricias, hasta que el calor que comienza a aumentar con creces le da unos tintes de pasión a ese beso que comparten. Sus lenguas se encuentran, reconociéndose despacio al principio, para luego terminar enredadas en movimientos más frenéticos y desesperados.
Yoochun, quien tiene a Junsu abrazado de la cintura, lo empuja contra el espejo del elevador aprisionándolo entre su cuerpo.
-¡¡Nghh!!- el pelirrojo jadea en medio del beso cuando siente que ambas caderas chocan y se rozan con descaro. El mayor desciende con besos húmedos por su cuello, jalando ligeramente la corbata para hacerse de más espacio.
-Yoochun ah… espera- lo detiene sonriendo, empujándolo un poco para poder estirar el brazo y marcar el botón hacia el apartamento, que por la distracción siguen encerrados en el 1er piso.
-¿Me vas a decir por qué estás vestido así?- habla por primera vez el pelinegro, con la voz ronca producto de la excitación del momento. Recibiendo una sonrisita traviesa y unos labios que se acercan a los suyos solo para robarle el aliento.
-Quería darte una sorpresa- responde perdido en los ojos de su novio; enroscando los brazos en su cuello, sintiendo las manos del mayor afianzarse en sus caderas.
-You look so fucking sexy- susurra antes de atrapar con su boca el labio inferior del pelirrojo para succionarlo despacio.
-Chunnie~- jadea al separarse, aún relamiéndose los labios y lo jala para invertir posiciones, ahora siendo el pelirrojo quien lo tiene atrapado contra el espejo, apenas volteando para presionar el botón que detiene el ascensor cuando están casi llegando al piso deseado.
-¿Qué haces?- pregunta Yoochun, distrayéndose al instante por esas manos que caen sobre la hebilla de su cinturón con el único propósito de desabrocharle los pantalones.
-Vamos a jugar un rato~- sonríe dejando un beso corto sobre sus labios, para luego arrodillarse frente a él. Termina de bajarle el zipper y en un movimiento rápido trata de deshacerse de los bóxers, sacando la erección semi despierta del pelinegro para bombearla con una de sus manos.
-¡Nggghh! ¡Fuck!- jadea entrecortado cuando la lengua del pelirrojo se pasea desde la base hasta la punta, haciéndole estremecer.
Siente como toda la sangre del cuerpo se acumula en su entrepierna, hinchándola por las atenciones y la escena por más erótica que tiene al frente. La mano del pelirrojo resbala incesante en su longitud, mientras su boca deja besos y succiones en la punta. Puede ver los destellos plateados de las uñas que se deslizan sobre su miembro y es en ese momento que desvía su mirada a los ojos grises que lo observan fijamente.
-Ahh~ ¡Junsu!- gime desesperado cuando esa boquita rosada se va abriendo a medida que engulle totalmente su hinchada entrepierna, sin desconectar sus miradas, provocándole al dejar sus ojos semi cerrados para disfrutar ese trozo caliente de carne que le toca la garganta deliciosamente.
La escena es demasiado para el autocontrol de Yoochun; cierra los ojos con fuerza respirando entre jadeos, sintiendo esas corrientes de placer recorrerle el cuerpo sin parar. Quiere seguir mirando lo que hace su novio tan expertamente allí abajo, pero es demasiado erótico, demasiado sexy. Sus ojos se encuentran una vez más con la mirada divertida de su delfín y gira el rostro -de lo contrario podría correrse allí mismo- encontrándose con su reflejo en el espejo de lado, dándole otra perspectiva de las atenciones que está recibiendo.
Y es más excitante de lo que puede imaginar, verse a ambos en plena faena en un lugar público (a pesar de estar cerrado), ver el movimiento de la cabeza pelirroja de su novio deleitándose con su erección. No puede evitarlo y estira una de sus manos hacia la cabeza del menor, sin dejar de mirarle a través del espejo; impone un poco de ritmo en los movimientos y se hunde en el calor abrasador del placer cuando su novio obedece dispuesto a entregarle lo que el desee.
-Mmmmhh~ Fuuuck Junsuu~- gime largo y jadea cuando se le tensan los músculos, sabiendo que no resistirá mucho más. El menor lo advierte también y con sus labios hace presión mientras sube, obligando tras un par de succiones, a que el pelinegro termine en su boca.
Lame la punta, aún masturbándole con la mano para beber hasta la última gota de su esencia; se limpia las comisuras de los labios y sonríe al ver a su novio recostado contra el espejo, con un gesto cruzado de placer, jadeando para recuperar el aire, con las mejillas coloradas y el contorno del rostro decorado por gotas de sudor.
Se pone de pie, acomodando la ropa interior del mayor, antes de ser atrapado de la cintura y empotrado contra la puerta del ascensor.
-¡¡Ahh!!- gime cuando Yoochun pierde una de sus manos entre ambos y masajea el prominente bulto que se ha formado en los pantalones del menor. El pelinegro apenas voltea para presionar el botón que hace que el ascensor continúe ascendiendo y se dedica a explorar la boca de su novio con su lengua una vez más.
Las puertas se abren y Junsu se deja levantar en vilo, enroscando sus piernas tras la cintura del mayor; sin dejar de besarse ni un segundo hasta que entran al apartamento y Yoochun lo sienta sobre la mesa del comedor. Se separa de sus labios para verle con detenimiento.
-¿Y ahora?... ¿vamos a seguir jugando?- pregunta el mayor con una sonrisa mientras le quita el saco.
-Sí, pero vas a seguir mis reglas esta vez- susurra deshaciéndose de la casaca y la camiseta de su novio en un santiamén; dirigiéndose a besar la nívea piel del cuello hasta llegar a su clavícula.
-¿Tus reglas implican que yo quede desnudo primero?- habla dejándose hacer, estremeciéndose con cada beso o succión que es dejado sobre su piel. Mueve sus manos y logra deshacer el nudo de la corbata, el pelirrojo se la quita y la pone tras el cuello de su novio.
-Mmm… quizás- responde entre risas, jalando los extremos de la corbata para obligar al mayor a acercarse y fundirse en un nuevo beso. Se quita los zapatos con prisa y aprovecha que los pantalones de Yoochun siguen desabrochados para bajarlos con sus pies.
El pelinegro le ayuda y queda solo en ropa interior, con la corbata aún tras su cuello. Va deshaciéndose uno por uno de los botones de la camisa del pelirrojo, dejando al descubierto pedazos de piel que va besando a su paso, ambos semi recostados sobre la mesa.
-Ahh~ Chunnie- jadea al sentir los dientes del mayor paseándose sobre su piel, como si quisiera darle grandes mordidas. La camisa es retirada totalmente y termina en algún lugar sobre el suelo del comedor.
El pelirrojo le empuja para poder sentarse y jala la corbata, quitándosela del cuello para amarrarla en torno a las muñecas de Yoochun. Le besa a su gusto y luego baja de la mesa para jalarlo a la habitación, sentándolo al borde de la cama.
Se queda de pié frente a él, planeando la mejor manera de quitarse los pantalones y provocar a su novio a la vez, pero sus planes caen en picada cuando el mayor le regala una sonrisa mirándole a los ojos; y por mera inercia el pelirrojo se acerca y enmarcando el rostro de su novio lo besa una vez más.
Es que lo ama tanto que no puede evitar seguir derritiéndose ante esos gestos de ternura mientras hacen el amor, así sea de la manera más salvaje que se puedan imaginar. Y suficiente es su distracción mientras prueba esos labios gruesos, que el mayor ya ha desabrochado sus pantalones a pesar de tener las manos amarradas, y los jala hacia abajo cuando se separan, descubriendo que su delfín travieso no lleva ropa interior.
Junsu se separa un poco, disfrutando el gesto de sorpresa y lascivia en los ojos de su novio, termina de quitarse la ropa, habiéndose deshecho totalmente de aquel seductor traje que se había puesto para provocar a su ratón pervertido.
-Puedes probar si quieres…- dice el menor al notar la mirada del pelinegro sobre su erección erguida, acercándose para recibir primero varios besos sobre su torso.
Besos que van descendiendo y acrecientan el calor y la ansiedad del momento. El mayor se agacha un poco y alcanza la punta del miembro del pelirrojo, arrancándole un gemido de los labios cuando lame allí mismo. Le masturba con su boca un rato y se separa cuando le siente temblar un poco más.
-Ven Chunnie~- dice en un susurro sexy al oído del pelinegro y lo jala para que se recueste en la cama; se acomoda sobre él, frotando su trasero contra el prominente bulto que aún es aprisionado por los bóxers del mayor.
-¡Nnnggghh! Mmm~ Baby, suelta mis manos- pide recibiendo besos sobre su cuello –quiero tocarte- agrega en un jadeo cuando Junsu desciende y lame uno de sus pezones.
-Todavía no~- responde mientras juega con su boca en el pecho de su novio.
Se alza un poco y con una de sus manos saca algo de debajo de la almohada, dejando perplejo al pelinegro.
-Mira lo que compré- dice con una sonrisa y acerca ese juguete con forma de bala color plateado a su boca.
-Junsu, no vas a usar eso… ¿o sí?- preguntó aún sorprendido por la adquisición del menor, tratando de imaginar cómo lo consiguió, o como logró ir solo a un sex shop.
-Bueno… planeo usarlo. Por algo lo habré comprado ¿no crees?- responde despreocupado y lame a lo largo del tubo, desesperando a Yoochun.
-No baby, no lo uses por favor- pide tratando de alcanzarlo con sus manos, descolocando al menor, quien deja el jueguito de seducción y se queda quieto mirándole.
-¿Por qué?- pregunta observándole confundido.
-Desátame las manos y te lo explico- negoció y el menor accedió aún algo cabizbajo –no quiero que lo uses porque solo yo quiero tocarte y provocarte placer… así sea solo un objeto, no me gusta la idea de que toque lugares que solo yo conozco- explicó acariciándole una de las mejillas, viendo como se colorea al instante.
-Eres un babo…- dice en voz baja y no puede evitar estar sonrojado –yo tratando de verme sexy, voy a comprar algo para hacerte más fácil el trabajito de prepararme y ahora resulta que vas a tenerle celos al consolador- dice en un puchero frustrado. Yoochun le quita el juguete de la mano y lo lanza lejos, hacia la esquina más oscura de la habitación y sonríe jalando a su noviecito para que se recueste sobre su pecho.
-Es que te amo mucho como para compartir mi “lugarcito feliz” con esa cosa- justifica y besa ese pucherito que se forma en los labios rosados de su delfín pelirrojo. Lo sujeta fuerte de la cintura e invierte posiciones, dejando al menor recostado mientras él se deshace de sus propios bóxers. Se acomoda de nuevo y los brazos del menor se enroscan en su cuello, dejándole unos cuantos piquitos.
-Yo también te amo mucho- dice con el rostro colorado y ambos sonríen entre nuevos besos; hasta que se separan y Junsu separa sus piernas, sujetándolas con sus manos bajo las rodillas, dándole espacio a Yoochun para que pueda prepararlo.
El pelinegro va besando cuanta piel tiene a su paso, bajando por uno de los muslos hasta llegar a la ingle, desviándose para continuar descendiendo hasta esa intimidad que se contrae, obligando al menor a estremecerse, cuando deja una lamida en el lugar.
-Mmmm~ ¡Ahh! Yoochunnie~~- gime al sentir la lengua de su novio abrirse paso en su pasaje, dejándole cuanta saliva es posible, lamiendo, succionando y embistiendo para dilatarle de la manera más placentera posible. Sin percatarse del todo, un dedo se introduce lento en su estrechez para comenzar a moverse despacio.
Las atenciones de la boca del pelinegro se turnan entre la intimidad y la erección del menor, haciéndole jadear y gemir, ambos rodeados por las llamas abrasadoras de la pasión que sienten. Un segundo dedo se pierde en el interior del pelirrojo y el mayor se entretiene girándolos o moviéndolos en círculos, sabiendo que solo él puede prepararle con tanto fervor, cariño y pasión a la vez. En cuestión de minutos la intimidad de Junsu ha recibido gustosa a los 3 dedos de su novio, los cuales se deslizan dentro y fuera con facilidad.
-Chunnieee~ Entra ya~ ¡Mmm!- pide jalando de los brazos al mayor, para poder abrazarse a su espalda sudada.
-Déjame acomodarme baby- sonríe ante la desesperación del pelirrojo y se perfila en su entrada, empujando despacio hasta tener la punta totalmente adentro.
-Ahh~~ ¡Ah! Yoochuuuuuunnn~~~- gime largo cuando el mayor le alza la pierna para ponerla sobre su hombro y se adentra con un poco más de fuerza.
Y sin esperar comienzan un vaivén acompasado; jadean y susurran con cada contacto, las gotas de sudor se perlan sobre sus pieles y resbalan hasta perderse en la unión de sus cuerpos. La intimidad del pelirrojo sigue dilatándose con cada estocada mientras que la entrepierna de su novio se hincha un poco más con cada oleada de placer que los invade.
El pelinegro le acomoda la otra pierna en la misma posición que la anterior, y con sus manos sobre el colchón y los brazos de Junsu en su cuello, embiste con más fuerza, llegando más profundo.
-¡¡¡Aaaahhh!!! ¡¡Allí!! Mmmmm~~ Máaas~- gime desesperado el pelirrojo cuando la virilidad de su novio golpea deliciosamente su próstata, obligándolo a retorcerse de placer. Atrae al mayor del cuello y como puede logra besarle.
Mueve sus caderas al compás de las embestidas que son dejadas en su pasaje y se revuelve alterado cuando una de las manos de Yoochun alcanza su miembro para bombearlo a la par.
Sienten como el mundo desaparece a su alrededor y las sensaciones y caricias se vuelven eternas, el placer se triplica y solo pueden mirarse fijamente mientras se roban el aliento con besos esporádicos. El tiempo se detiene cuando aumentan la velocidad para llegar al éxtasis.
Y con un beso entrecortado por los gemidos agudos del delfín y los gruñidos roncos del ratón, se entregan al orgasmo que les eriza la piel y los estremece hasta la punta de los dedos. Junsu se libera en sus torsos y Yoochun deja su esencia en la intimidad del pelirrojo
El mayor baja las piernas de su novio para poder recostarse sobre él y recuperar el aliento; sus corazones van a mil por hora y la prioridad en ese momento es llenar de oxigeno sus pulmones.
-¿Yoochunnie?- habla el menor habiendo pasado unos minutos, abrazándose a la espalda del pelinegro.
-¿Qué pasa?- responde acomodándose de lado, también abrazando al pelirrojo.
-Valió la pena que vinieras tan tarde ¿no?- pregunta divertido y lo empuja para terminar sobre él. Recibiendo unas carcajadas de parte de su novio.
-Siempre vale la pena si eres tú, my baby- responde besándole los labios que se curvan en una sonrisa –lo único que me preocupa es el ascensor- agrega cambiando el semblante de su rostro.
-¿El ascensor?… ¿por qué?- inquiere curioso mientras hace figuras sin sentido con sus dedos sobre el pecho del mayor.
-Por las cámaras- dice y ve como los ojos grises se abren desmesuradamente –si amor, los ascensores tienen cámaras- dijo una vez más riendo ante las mejillas encendidas del pelirrojo.
-¿¿¿Y POR QUÉ NO ME DETUVISTE???- chilló avergonzado con el rostro entero casi del mismo color que sus cabellos.
-Porque te veías demasiado sexy y me dejaste medio idiota allí adentro, así que yo también lo olvidé- sonríe y cuando jala el rostro de su novio para besarle, recuerda que aún están unidos –¿quieres una segunda ronda?- pregunta luego de besarle y mueve sus caderas haciendo jadear al menor.
-¿Aún tienes fuerzas?- sonríe lindamente y se acomoda para montarle con más comodidad.
-Si es para hacerte el amor…- comienza a decir robándole un beso -…siempre voy a tener fuerzas-
Ambos sonríen y comienzan con una segunda ronda casi a las 4.30 de la madrugada. Y terminan sonrientes y dormidos luego de muchos besos para conciliar el sueño, abrazados y abrigados por el calor del cuerpo ajeno.
Luego de haberse hecho el amor una vez más.
*****
Cabe mencionar que las fotos que salieron al día siguiente crisparon los nervios del pelinegro, ya que luego de haber visto ese traje en uso, no podía ver las fotos y pensar sanamente. Se quejó mil y un veces y terminó estableciendo que el delfín pelirrojo se veía demasiado violable.
…y ese mismo día en la noche lo violó varias veces con muchísimo amor…
-Yoochunnie, sé que es tarde, pero ¿podrías venir a mi apartamento?- preguntó con la voz seria al otro lado de la línea.
-¿Ha pasado algo?- se sentó en la cama antes de ver el reloj marcando las 2.30 am.
-No, solo necesito que veas unas fotos que van a salir mañana. No pude mostrártelas antes y creo que deberías verlas- explicó el menor.
-¿Tan urgente es?- cuestionó nuevamente, aún algo adormilado.
-¡Son fotos mías! Si quieres no las veas- le oyó hacer un puchero – ¡pero luego no te quejes de que salgo demasiado sexy!- y con ese comentario tocó el punto débil del pelinegro.
-Llego en 20 minutos- dijo esbozando una sonrisa y colgó para alistarse lo más rápido posible.
~~~~~~
Estacionó el auto y entró al edificio, llamando a Junsu mientras espera el ascensor.
-¿Llegaste?- pregunta con rapidez apenas contesta
-Sí, estoy abaj…-
Y apenas se abre el ascensor, a Park Yoochun –el hombre más malditamente afortunado del mundo- se le cae la mandíbula hasta el suelo, mientras ve a su novio allí adentro, con un traje negro que le hace ver increíblemente sexy.
Sus ojos se pierden en la figura de su novio; lleva una camisa, una corbata y un pantalón negro, con un saco del mismo color y detalles en dorado. Todo contrasta perfectamente con su cabello rojo pasión que cae desordenadamente sobre su frente, dando paso para ver el gris de sus ojos, que resaltan por el delineado en plateado. La boca del menor se curva en una sonrisa seductora y se acomoda para darle espacio al pelinegro, quien no reacciona y sigue embobado mirándole.
-¿Vas a subir?- pregunta con una sonrisa divertida. Sabe que ha dejado hipnotizado al pelinegro y disfruta cada segundo de ese poder que tiene sobre él.
Las puertas comienzan a cerrarse y el de cabellos rojizos las detiene con una mano, dando un paso para alcanzar al mayor del cuello y arrastrarlo consigo dentro del ascensor.
-¿Tienes algo que decir?- habla sumergido en las orbes oscuras que no han dejado de mirarle en un solo momento. Pero el pelinegro no responde y se lanza directamente a besar esos labios que se ven algo más pálidos, pero extremadamente deliciosos.
Sus bocas se acoplan a la perfección y danzan juntas creando distintas caricias, hasta que el calor que comienza a aumentar con creces le da unos tintes de pasión a ese beso que comparten. Sus lenguas se encuentran, reconociéndose despacio al principio, para luego terminar enredadas en movimientos más frenéticos y desesperados.
Yoochun, quien tiene a Junsu abrazado de la cintura, lo empuja contra el espejo del elevador aprisionándolo entre su cuerpo.
-¡¡Nghh!!- el pelirrojo jadea en medio del beso cuando siente que ambas caderas chocan y se rozan con descaro. El mayor desciende con besos húmedos por su cuello, jalando ligeramente la corbata para hacerse de más espacio.
-Yoochun ah… espera- lo detiene sonriendo, empujándolo un poco para poder estirar el brazo y marcar el botón hacia el apartamento, que por la distracción siguen encerrados en el 1er piso.
-¿Me vas a decir por qué estás vestido así?- habla por primera vez el pelinegro, con la voz ronca producto de la excitación del momento. Recibiendo una sonrisita traviesa y unos labios que se acercan a los suyos solo para robarle el aliento.
-Quería darte una sorpresa- responde perdido en los ojos de su novio; enroscando los brazos en su cuello, sintiendo las manos del mayor afianzarse en sus caderas.
-You look so fucking sexy- susurra antes de atrapar con su boca el labio inferior del pelirrojo para succionarlo despacio.
-Chunnie~- jadea al separarse, aún relamiéndose los labios y lo jala para invertir posiciones, ahora siendo el pelirrojo quien lo tiene atrapado contra el espejo, apenas volteando para presionar el botón que detiene el ascensor cuando están casi llegando al piso deseado.
-¿Qué haces?- pregunta Yoochun, distrayéndose al instante por esas manos que caen sobre la hebilla de su cinturón con el único propósito de desabrocharle los pantalones.
-Vamos a jugar un rato~- sonríe dejando un beso corto sobre sus labios, para luego arrodillarse frente a él. Termina de bajarle el zipper y en un movimiento rápido trata de deshacerse de los bóxers, sacando la erección semi despierta del pelinegro para bombearla con una de sus manos.
-¡Nggghh! ¡Fuck!- jadea entrecortado cuando la lengua del pelirrojo se pasea desde la base hasta la punta, haciéndole estremecer.
Siente como toda la sangre del cuerpo se acumula en su entrepierna, hinchándola por las atenciones y la escena por más erótica que tiene al frente. La mano del pelirrojo resbala incesante en su longitud, mientras su boca deja besos y succiones en la punta. Puede ver los destellos plateados de las uñas que se deslizan sobre su miembro y es en ese momento que desvía su mirada a los ojos grises que lo observan fijamente.
-Ahh~ ¡Junsu!- gime desesperado cuando esa boquita rosada se va abriendo a medida que engulle totalmente su hinchada entrepierna, sin desconectar sus miradas, provocándole al dejar sus ojos semi cerrados para disfrutar ese trozo caliente de carne que le toca la garganta deliciosamente.
La escena es demasiado para el autocontrol de Yoochun; cierra los ojos con fuerza respirando entre jadeos, sintiendo esas corrientes de placer recorrerle el cuerpo sin parar. Quiere seguir mirando lo que hace su novio tan expertamente allí abajo, pero es demasiado erótico, demasiado sexy. Sus ojos se encuentran una vez más con la mirada divertida de su delfín y gira el rostro -de lo contrario podría correrse allí mismo- encontrándose con su reflejo en el espejo de lado, dándole otra perspectiva de las atenciones que está recibiendo.
Y es más excitante de lo que puede imaginar, verse a ambos en plena faena en un lugar público (a pesar de estar cerrado), ver el movimiento de la cabeza pelirroja de su novio deleitándose con su erección. No puede evitarlo y estira una de sus manos hacia la cabeza del menor, sin dejar de mirarle a través del espejo; impone un poco de ritmo en los movimientos y se hunde en el calor abrasador del placer cuando su novio obedece dispuesto a entregarle lo que el desee.
-Mmmmhh~ Fuuuck Junsuu~- gime largo y jadea cuando se le tensan los músculos, sabiendo que no resistirá mucho más. El menor lo advierte también y con sus labios hace presión mientras sube, obligando tras un par de succiones, a que el pelinegro termine en su boca.
Lame la punta, aún masturbándole con la mano para beber hasta la última gota de su esencia; se limpia las comisuras de los labios y sonríe al ver a su novio recostado contra el espejo, con un gesto cruzado de placer, jadeando para recuperar el aire, con las mejillas coloradas y el contorno del rostro decorado por gotas de sudor.
Se pone de pie, acomodando la ropa interior del mayor, antes de ser atrapado de la cintura y empotrado contra la puerta del ascensor.
-¡¡Ahh!!- gime cuando Yoochun pierde una de sus manos entre ambos y masajea el prominente bulto que se ha formado en los pantalones del menor. El pelinegro apenas voltea para presionar el botón que hace que el ascensor continúe ascendiendo y se dedica a explorar la boca de su novio con su lengua una vez más.
Las puertas se abren y Junsu se deja levantar en vilo, enroscando sus piernas tras la cintura del mayor; sin dejar de besarse ni un segundo hasta que entran al apartamento y Yoochun lo sienta sobre la mesa del comedor. Se separa de sus labios para verle con detenimiento.
-¿Y ahora?... ¿vamos a seguir jugando?- pregunta el mayor con una sonrisa mientras le quita el saco.
-Sí, pero vas a seguir mis reglas esta vez- susurra deshaciéndose de la casaca y la camiseta de su novio en un santiamén; dirigiéndose a besar la nívea piel del cuello hasta llegar a su clavícula.
-¿Tus reglas implican que yo quede desnudo primero?- habla dejándose hacer, estremeciéndose con cada beso o succión que es dejado sobre su piel. Mueve sus manos y logra deshacer el nudo de la corbata, el pelirrojo se la quita y la pone tras el cuello de su novio.
-Mmm… quizás- responde entre risas, jalando los extremos de la corbata para obligar al mayor a acercarse y fundirse en un nuevo beso. Se quita los zapatos con prisa y aprovecha que los pantalones de Yoochun siguen desabrochados para bajarlos con sus pies.
El pelinegro le ayuda y queda solo en ropa interior, con la corbata aún tras su cuello. Va deshaciéndose uno por uno de los botones de la camisa del pelirrojo, dejando al descubierto pedazos de piel que va besando a su paso, ambos semi recostados sobre la mesa.
-Ahh~ Chunnie- jadea al sentir los dientes del mayor paseándose sobre su piel, como si quisiera darle grandes mordidas. La camisa es retirada totalmente y termina en algún lugar sobre el suelo del comedor.
El pelirrojo le empuja para poder sentarse y jala la corbata, quitándosela del cuello para amarrarla en torno a las muñecas de Yoochun. Le besa a su gusto y luego baja de la mesa para jalarlo a la habitación, sentándolo al borde de la cama.
Se queda de pié frente a él, planeando la mejor manera de quitarse los pantalones y provocar a su novio a la vez, pero sus planes caen en picada cuando el mayor le regala una sonrisa mirándole a los ojos; y por mera inercia el pelirrojo se acerca y enmarcando el rostro de su novio lo besa una vez más.
Es que lo ama tanto que no puede evitar seguir derritiéndose ante esos gestos de ternura mientras hacen el amor, así sea de la manera más salvaje que se puedan imaginar. Y suficiente es su distracción mientras prueba esos labios gruesos, que el mayor ya ha desabrochado sus pantalones a pesar de tener las manos amarradas, y los jala hacia abajo cuando se separan, descubriendo que su delfín travieso no lleva ropa interior.
Junsu se separa un poco, disfrutando el gesto de sorpresa y lascivia en los ojos de su novio, termina de quitarse la ropa, habiéndose deshecho totalmente de aquel seductor traje que se había puesto para provocar a su ratón pervertido.
-Puedes probar si quieres…- dice el menor al notar la mirada del pelinegro sobre su erección erguida, acercándose para recibir primero varios besos sobre su torso.
Besos que van descendiendo y acrecientan el calor y la ansiedad del momento. El mayor se agacha un poco y alcanza la punta del miembro del pelirrojo, arrancándole un gemido de los labios cuando lame allí mismo. Le masturba con su boca un rato y se separa cuando le siente temblar un poco más.
-Ven Chunnie~- dice en un susurro sexy al oído del pelinegro y lo jala para que se recueste en la cama; se acomoda sobre él, frotando su trasero contra el prominente bulto que aún es aprisionado por los bóxers del mayor.
-¡Nnnggghh! Mmm~ Baby, suelta mis manos- pide recibiendo besos sobre su cuello –quiero tocarte- agrega en un jadeo cuando Junsu desciende y lame uno de sus pezones.
-Todavía no~- responde mientras juega con su boca en el pecho de su novio.
Se alza un poco y con una de sus manos saca algo de debajo de la almohada, dejando perplejo al pelinegro.
-Mira lo que compré- dice con una sonrisa y acerca ese juguete con forma de bala color plateado a su boca.
-Junsu, no vas a usar eso… ¿o sí?- preguntó aún sorprendido por la adquisición del menor, tratando de imaginar cómo lo consiguió, o como logró ir solo a un sex shop.
-Bueno… planeo usarlo. Por algo lo habré comprado ¿no crees?- responde despreocupado y lame a lo largo del tubo, desesperando a Yoochun.
-No baby, no lo uses por favor- pide tratando de alcanzarlo con sus manos, descolocando al menor, quien deja el jueguito de seducción y se queda quieto mirándole.
-¿Por qué?- pregunta observándole confundido.
-Desátame las manos y te lo explico- negoció y el menor accedió aún algo cabizbajo –no quiero que lo uses porque solo yo quiero tocarte y provocarte placer… así sea solo un objeto, no me gusta la idea de que toque lugares que solo yo conozco- explicó acariciándole una de las mejillas, viendo como se colorea al instante.
-Eres un babo…- dice en voz baja y no puede evitar estar sonrojado –yo tratando de verme sexy, voy a comprar algo para hacerte más fácil el trabajito de prepararme y ahora resulta que vas a tenerle celos al consolador- dice en un puchero frustrado. Yoochun le quita el juguete de la mano y lo lanza lejos, hacia la esquina más oscura de la habitación y sonríe jalando a su noviecito para que se recueste sobre su pecho.
-Es que te amo mucho como para compartir mi “lugarcito feliz” con esa cosa- justifica y besa ese pucherito que se forma en los labios rosados de su delfín pelirrojo. Lo sujeta fuerte de la cintura e invierte posiciones, dejando al menor recostado mientras él se deshace de sus propios bóxers. Se acomoda de nuevo y los brazos del menor se enroscan en su cuello, dejándole unos cuantos piquitos.
-Yo también te amo mucho- dice con el rostro colorado y ambos sonríen entre nuevos besos; hasta que se separan y Junsu separa sus piernas, sujetándolas con sus manos bajo las rodillas, dándole espacio a Yoochun para que pueda prepararlo.
El pelinegro va besando cuanta piel tiene a su paso, bajando por uno de los muslos hasta llegar a la ingle, desviándose para continuar descendiendo hasta esa intimidad que se contrae, obligando al menor a estremecerse, cuando deja una lamida en el lugar.
-Mmmm~ ¡Ahh! Yoochunnie~~- gime al sentir la lengua de su novio abrirse paso en su pasaje, dejándole cuanta saliva es posible, lamiendo, succionando y embistiendo para dilatarle de la manera más placentera posible. Sin percatarse del todo, un dedo se introduce lento en su estrechez para comenzar a moverse despacio.
Las atenciones de la boca del pelinegro se turnan entre la intimidad y la erección del menor, haciéndole jadear y gemir, ambos rodeados por las llamas abrasadoras de la pasión que sienten. Un segundo dedo se pierde en el interior del pelirrojo y el mayor se entretiene girándolos o moviéndolos en círculos, sabiendo que solo él puede prepararle con tanto fervor, cariño y pasión a la vez. En cuestión de minutos la intimidad de Junsu ha recibido gustosa a los 3 dedos de su novio, los cuales se deslizan dentro y fuera con facilidad.
-Chunnieee~ Entra ya~ ¡Mmm!- pide jalando de los brazos al mayor, para poder abrazarse a su espalda sudada.
-Déjame acomodarme baby- sonríe ante la desesperación del pelirrojo y se perfila en su entrada, empujando despacio hasta tener la punta totalmente adentro.
-Ahh~~ ¡Ah! Yoochuuuuuunnn~~~- gime largo cuando el mayor le alza la pierna para ponerla sobre su hombro y se adentra con un poco más de fuerza.
Y sin esperar comienzan un vaivén acompasado; jadean y susurran con cada contacto, las gotas de sudor se perlan sobre sus pieles y resbalan hasta perderse en la unión de sus cuerpos. La intimidad del pelirrojo sigue dilatándose con cada estocada mientras que la entrepierna de su novio se hincha un poco más con cada oleada de placer que los invade.
El pelinegro le acomoda la otra pierna en la misma posición que la anterior, y con sus manos sobre el colchón y los brazos de Junsu en su cuello, embiste con más fuerza, llegando más profundo.
-¡¡¡Aaaahhh!!! ¡¡Allí!! Mmmmm~~ Máaas~- gime desesperado el pelirrojo cuando la virilidad de su novio golpea deliciosamente su próstata, obligándolo a retorcerse de placer. Atrae al mayor del cuello y como puede logra besarle.
Mueve sus caderas al compás de las embestidas que son dejadas en su pasaje y se revuelve alterado cuando una de las manos de Yoochun alcanza su miembro para bombearlo a la par.
Sienten como el mundo desaparece a su alrededor y las sensaciones y caricias se vuelven eternas, el placer se triplica y solo pueden mirarse fijamente mientras se roban el aliento con besos esporádicos. El tiempo se detiene cuando aumentan la velocidad para llegar al éxtasis.
Y con un beso entrecortado por los gemidos agudos del delfín y los gruñidos roncos del ratón, se entregan al orgasmo que les eriza la piel y los estremece hasta la punta de los dedos. Junsu se libera en sus torsos y Yoochun deja su esencia en la intimidad del pelirrojo
El mayor baja las piernas de su novio para poder recostarse sobre él y recuperar el aliento; sus corazones van a mil por hora y la prioridad en ese momento es llenar de oxigeno sus pulmones.
-¿Yoochunnie?- habla el menor habiendo pasado unos minutos, abrazándose a la espalda del pelinegro.
-¿Qué pasa?- responde acomodándose de lado, también abrazando al pelirrojo.
-Valió la pena que vinieras tan tarde ¿no?- pregunta divertido y lo empuja para terminar sobre él. Recibiendo unas carcajadas de parte de su novio.
-Siempre vale la pena si eres tú, my baby- responde besándole los labios que se curvan en una sonrisa –lo único que me preocupa es el ascensor- agrega cambiando el semblante de su rostro.
-¿El ascensor?… ¿por qué?- inquiere curioso mientras hace figuras sin sentido con sus dedos sobre el pecho del mayor.
-Por las cámaras- dice y ve como los ojos grises se abren desmesuradamente –si amor, los ascensores tienen cámaras- dijo una vez más riendo ante las mejillas encendidas del pelirrojo.
-¿¿¿Y POR QUÉ NO ME DETUVISTE???- chilló avergonzado con el rostro entero casi del mismo color que sus cabellos.
-Porque te veías demasiado sexy y me dejaste medio idiota allí adentro, así que yo también lo olvidé- sonríe y cuando jala el rostro de su novio para besarle, recuerda que aún están unidos –¿quieres una segunda ronda?- pregunta luego de besarle y mueve sus caderas haciendo jadear al menor.
-¿Aún tienes fuerzas?- sonríe lindamente y se acomoda para montarle con más comodidad.
-Si es para hacerte el amor…- comienza a decir robándole un beso -…siempre voy a tener fuerzas-
Ambos sonríen y comienzan con una segunda ronda casi a las 4.30 de la madrugada. Y terminan sonrientes y dormidos luego de muchos besos para conciliar el sueño, abrazados y abrigados por el calor del cuerpo ajeno.
Luego de haberse hecho el amor una vez más.
*****
Cabe mencionar que las fotos que salieron al día siguiente crisparon los nervios del pelinegro, ya que luego de haber visto ese traje en uso, no podía ver las fotos y pensar sanamente. Se quejó mil y un veces y terminó estableciendo que el delfín pelirrojo se veía demasiado violable.
…y ese mismo día en la noche lo violó varias veces con muchísimo amor…
*FIN*
Dejar un comment no cuesta nada~~ ♥
*aplaude cm loca desquiciada* magnifico!!!!!! pero que cosa más sexy, pornosa y amorosa!!! askdjhasdhasjdhsak yo pensé igual que Yoochun ewé Junsu merece ser violado amorosamente con chocolate y champagne!! sale demasiadísimo sexy para la salud mental de cualquier ser humano!
ResponderEliminarOMG!!! Junsu se nos ha vuelto un completo angelito con cola y orejas de diablillo sexy! mira que montárselo en el ascensor!! y de qué manera!!! 6//////6 que rata tan afortunada por dios!!! ahahahaa amé su despiste y ternura cuando supo de las cámaras, apoyo la moción de Chun, cm acordarse del pequeño detalle cuando tiene a su delfín haciéndole tremende sexo oral!!!! para perder la cordura.
Por otro lado, cuando Junsu juega a ser seductor es hermosamente tierno!!! le aflora la ternura por los poros de la piel porque es simple y sencillamente adorable!! *-* y por eso Yoochun lo ama y no puede más que demostrárselo haciéndole el amor, de distintas formas e intensidades, pero siempre el amor *0*
Y asjdhasjkdhasjda ya *w* fue hermoso, te quedó genial, sigue asi!!
Mil gracias por compartirlo, me regalaste un trozo de tranquilidad pornosa cn nuestro YooSu adorado en un momento tenso para mí <33 me llegó cm perlas!!
Ya Ne!! *3*
jajajajajajajajaaj perdón no puedo evitar decir primero que nada que morí de risa y emoción cuando leí lo ultimo de "…y ese mismo día en la noche lo violó varias veces con muchísimo amor…", jajajajajajajajajajajajajajajajaja, y pues que puedo decir, son muy justificables los motivos de Yoochun n_n
ResponderEliminarPor Dios, es que Junsu se ve indescriptiblemente sexy en esas fotos O_O, me deja sin palabras y sin poder reaccionar es un buen rato xD
Vaya que si es afortunado Yoochun (que claro no se queda atrás al igual que los otros Shinkis lindos hermosos n_n)
Jajajajajaajajajaj lo del consolador fue lindo, Yoochun siempre celoso me encanta n_n
Y la escena del ascensor OMG O_O... quiero ese vídeo xD jajajaajajajajajaja
Que bueno fue venir y encontrar esta historia eh créeme, aunque ya es tarde (son las 2 am en punto O_O) no pude dejar de leerla x_x
Bueno ahora si me puedo ir a dormir en paz n_n
MUCHAS GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!!!!1
^^ Axi felicidades, cada dia estas mas pervet!!!! jejejje
ResponderEliminarLa escena del asensor me encanto, aunque en relidad pense que se lo iban a montar ahi mismo
Gracias por el fic
asu! la escena del ascensor estuve de lo más perver, ese Junsu siempre sorprende xD y Yoochun celoso de un "juguete" pero que posesivo es es hombre jajaja! déjame decirte que este fic estuvo super bueno con su toque de perversión y humor ^___^
ResponderEliminarLa escena del ascensor fueo máximo... *-* !! También creí en un momento que se lo iban a montar ahí~!
ResponderEliminarTe quedo excelente.. mezcla perfecta de amor, humor y perversión.. ~~
Gracias por el fic :)
Waaaaa tan sexosamente bello y hermoso te amo mujer mil gracias por este shot tan sfgdsfdgafgdffasfdafdsagf *-*
ResponderEliminarMukya!!!!!! Me gustó mucho *///*
ResponderEliminarJunsu cada día está más sexy y eso, aunque le encante, no deja de poner celoso al ratón... Me encanta!!!XD
Muchas gracias por compartirlo ^^
Oh My gadd!!!!!!
ResponderEliminarEs un demonio delfin con cuerpo de angel
dios mio que YooSu tan apasionado waa te quedo hermoso como siempre, gracias x compartirlo con nosotros ^^
Pobre raton un dia lo matara de un infarto de tantos celos y por tanta adrenalina ,... jajja pero ni como quejarse del delfin tierno digo seductor jiji
LO ame YooSu forever :)
junsu ha evolucionado en sensualidad que da miedo jejjeje sobre todo tiene al pobre raton con las hormonas locas XD, y aunq siempre desborden pasion lo que me encanta es q mantiene esa ternura mutua y ese amor eterno q es carateristico de ellos, me encata cada dia mas como escribes, sigue asi fithing :D
ResponderEliminarWow! eso fue sexitud, Junsu sexy y el ratón que no puede resistirse a toda su sensualidad. Me ha encantado *-*, ahora me los imagino a los dos tipo misión imposible tratando de recuperar ese vídeo que las cámaras grabaron
ResponderEliminarEstúpido y sensual junsu!! Que no ve que debe demaciado sexy con un cartel en su cuerpo desnudo que dice:violame por favor! XD
ResponderEliminarMe encanto el fic wow! No gere los acensores de lá misma manera Y sim recordar a yoochun Y junsu xD se verá feo que me de um orgasmo cada vez que me suba a uno xD jajana gelial fic
Mi junsu ya crecio no?? .. pobre yoochun siempre tiene que compartir a su delfincito con todas las fans. Neeee Xiah amor eres tan sexyyy .. nee te adoro y te comeria pero tu solo eres yoochun y de nadie mas.. <3
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