(FIC) Hablemos de Materias *Capítulo 5*

Actu~ ♥




Capítulo 5:


-¡¡JUNG YUNHO!!- el castaño irrumpió haciendo escándalo en el aula del consejo estudiantil, buscando a su novio entre aquellos alumnos, encontrándolo a los pocos segundos mirándole extrañado desde el fondo del salón.

-Jaejoong-ah- apenas balbuceó cuando el menor se adentró apresurado para sacarlo arrastrado del brazo – ¡Jaejoongie!-

-¡Yunho! ¡Tenemos que hablar de algo serio!- casi gritó luego de cerrar la puerta por la que acababa de entrar, apoyándose en la pared del pasillo.

-Eres todo una diva; mira que entrar de esa manera al aula, gritando mi nombre y caminando sexy~- el moreno rió, jalando a su novio de la cintura para abrazarle.

-¡Yah! Tengo que decirt- e intenta seguir hablando, pero es imposible cuando la boca del mayor se ha estampado contra la suya haciéndole perder el hilo de sus pensamientos.

Yunho apenas se separa solo para volver a besarle con más ganas, le estrecha con fuerza y lo alza un poco, lo suficiente como para que sus pies no toquen el suelo.

-Te amo- susurra con una sonrisa, besándole una última vez antes de bajarlo y separarse un poco.

-¿P-por qué ha sido eso?- murmura quedito, con el rostro encendido por la vergüenza; y es que a pesar de llevar ya bastante tiempo de novios, aún se siente irreal todo el amor que se tienen.

-Por nada en especial, solo te lo estaba recordando- sonríe de medio lado y acaricia con sus manos las rosadas mejillas de su novio – ¿Qué me ibas a decir?-

-¿Eh?...- cuestiona y le mira confundido, por culpa de ese beso ya casi no recuerda por qué fue a buscarle -¡Ah!- chasqueó los dedos y jaló al moreno un poco más lejos, fuera de la vista u oído de cualquier chismoso en aquél lugar.

~~~~~~

-Deja de jugar en tu celular y cumple con tus responsabilidades- habló enfurruñado el pelinegro, ya estaba harto de pasarse todo el rato resolviendo ejercicios mientras el menor hacia cualquier otra cosa menos ‘sufrir’ como él.

-Las estoy cumpliendo Park, eres tu el que se demora una eternidad con las operaciones y haces crecer mi aburrimiento- apenas respondió, más concentrado en el aparato que en su alumno.

Yoochun hubiera fruncido más el ceño, de no ser porque ya lo tenía fruncido hasta el tope. Esto de la ‘tregua’ les estaba funcionando en cierto modo, pero aún le fastidiaba que el pelirrojo se hiciera el vago mientras le deja esclavizado allí.

-Ya termine esta hoja, revísala- indicó, extendiéndole el papel sobre la mesa.

Junsu dejó su celular para tomar el lapicero y corregir; eso era lo que más le gustaba, ver los errores de Park y obligarlo a hacerlos de nuevo. Sonrió con malicia, acomodándose mejor en la silla, comenzando a revisar.

-¿Qué hacías en el auditorio con Jaejoong Hyung?- la voz gruesa sobresaltó al menor, haciéndole respingar sobre su lugar.

El pelinegro se dedicó a mirarle con el ceño fruncido hasta que le respondiera; sus miradas se encontraron apenas unos cuantos segundos, antes de ambos apartarla enfurruñados.

-No te interesa saber- balbuceó apenas, volviendo su atención a la hoja que estaba corrigiendo. Procurando apartar de sus pensamientos la melodía que su pianista tocara aquella vez.

-Jaejoong es MI amigo, si no me interesara no te lo preguntaría- bufó cruzándose de brazos, recostándose en el respaldar de la silla.

-Bueno, el por qué no te incumbe, y no te preocupes por TU amigo, no te lo voy a quitar… solo fue amable conmigo- el pelirrojo respondió de corrido, extendiéndole la hoja corregida sobre la mesa –está bien, solo sumaste mal en esta operación- señaló con el lapicero una corrección, recibiendo a cambio un ceño fruncido más pronunciado.

-Maldición…- susurró entre dientes, alcanzando su lápiz para rehacer el ejercicio. Junsu sonrió ante aquel gesto, el pelinegro se veía particularmente lindo cuando hacía eso.

…¿¿LINDO?? ¡¿El pelirrojo acababa de poner ‘Yoochun’ y ‘lindo’ en una misma oración?! No, no, no, no. El engreído y malhumorado de Park Yoochun jamás, JAMÁS iba a ser lindo. ¡Punto final!

Negó con la cabeza, desordenando algunos mechones pelirrojos que caían sobre su frente, para espabilar esos pensamientos extraños que de la nada aparecían en su mente y se dedicó a reproducir una vez más, la melodía exacta que su pianista tocara para robarle el corazón.

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-¿¿El cantante de Yoochun??- los ojos del moreno se abrieron desmesuradamente al escuchar aquello, sin poder evitar repetirlo en un tono más alto a lo esperado.

-¡¡Shh!!- Jaejoong le tapó la boca con una de sus manos, mientras le golpeaba el hombro con la otra – ¡Deja de gritar!- chilló enfurruñado.

Yunho asintió con la cabeza, riendo ante los regaños de su Boo. El menor le destapó la boca, regañándole de nueva cuenta después de ver esa sonrisa boba en sus labios.

-No puedo creerlo…- soltó con el gesto de incredulidad marcado en el rostro, volviendo a la seriedad.

-No estoy seguro al cien por ciento… pero se refirió a Yoochunnie como ‘su’ pianista, claro que no sabe que es él- murmuró apenas el castaño, acomodando con una de sus manos su cabello en mera señal de desesperación.

Yunho se dedica a meditar las cosas, se acomoda contra la pared, sujetando su mentón con una de sus manos.

-¿Deberíamos investigar más?-

~~~~~~

*Una semana después*

Clase de Inglés Avanzado:

-Hoy iré al auditorio~- canturreó el pelirrojo en susurros, recibiendo ese revoleo de ojos tan propio de su mejor amigo –Shim Changmin, deberías alegrarte por mí, desde hace días que no he vuelto a ir- bufó, inclinándose otro poco para seguir conversando sin que el profesor los pillara.

-¿No le darás clase a Yoochun Hyung hoy?- pregunta el morocho en voz baja, haciendo circulitos con el lapicero sobre las hojas del libro de Inglés.

-Mmm, no~ Es muy extraño en el, pero se disculpó y dijo que no podría tomar clase hoy, mañana haremos una hora extra para compensar- termina de explicar y se separa lo suficiente del menor cuando el profesor voltea en dirección a ellos.

Toman los apuntes necesarios y se enfocan en atender la clase un momento. Al menos Junsu lo hace, porque Changmin está distraído mirando a cierto alumno de intercambio que se sienta a unas cuantas sillas de distancia.

El profesor vuelve a quedar de espaldas cuando se dedica nuevamente a escribir en la pizarra, y ambos amigos regresan a su posición de hace unos minutos.

-Se están llevando mejor, ¿no?- Changmin suelta en una sonrisa, obteniendo un ceño fruncido a cambio.

-Solo es por las clases, Park sigue siendo un altanero engreído- murmura fastidiado.

Pero en su subconsciente sabe que miente, porque últimamente las cosas ya no se ven tan terribles entre los dos, y el pelinegro realmente está poniendo de su parte para aprender. Llevan pasadas dos semanas desde que comenzaron con las clases y con aquella ‘tregua’, la cual parecía les estaba sirviendo.

-Yoochun Hyung es una muy buena persona, yo me llevo bien con el- el morocho continuó hablando, aún burlándose de ese cambio de ánimo que le provoca al pelirrojo cuando hablan de Park.

-Tú… yo no- balbucea entre dientes, acomodándose sobre su sitio nuevamente para copiar lo que el profesor dejara en el pizarrón. Changmin se inclina hacia su asiento para que el mayor le oiga entre susurros, sin percatarse de que el profesor ha volteado una vez más.

-Deberías darle un po-

-¡Shim!- la voz gruesa del profesor retumba en el aula, sobresaltando a todos, especialmente al morocho, quien se acomoda correctamente al instante -Te veo muy hablador hoy-

-N-no, profesor…- murmura en defensa, con la cabeza gacha.

El profesor se acomoda los grandes anteojos sobre el puente de la nariz y le mira unos cuantos segundos.

-Vas a escribirme un ensayo de 15 páginas sobre tu carrera- establece cruzándose de brazos, obligando al menor a levantar la cabeza al instante.

-¡Pe-pero!-

-No, nada de peros. Tus notas en Inglés están muy bajas- explica y revisa aquel folder azul en el que tiene las observaciones de los alumnos, sin prestar atención a esos balbuceos incoherentes que el alumno Shim se empeña a usar en defensa -pensándolo mejor, te hará bien una ayuda-

-¿Ayuda? Pero, profesor…- se queja una vez más. Ya suficiente tiene con hacer ese trabajo solo, ¿ahora le pondrán a alguien de ‘tutor’? ¡Ni que fuera tan malo en el idioma!

-Mokomichi- El nombre cayó como una flecha directo en la cabeza del morocho. Oh no… El japonés alzó la mirada, haciendo una ligera venia hacia el profesor -Te encomiendo que ayudes al alumno Shim a redactar su ensayo- pidió y dio por finalizada la charla.

Los ojos de Changmin se toparon entonces con las orbes achocolatadas del mayor, quien esbozó una media sonrisa en respuesta.

-Será un placer- dijo con dirección al profesor, para recibir una aprobación de su parte.

Por otro lado, Junsu se había quedado pasmado mirando al morocho; jamás en su vida de amigos le había visto ruborizarse de tal manera. Podría jurar que hasta sus cabellos estaban colorados.

-Ay Dios…- la voz temblorosa de Changmin escapó en un balbuceo, antes de esconder la cabeza entre sus brazos apoyados a la mesa.

~~~~~~

Pasillo hacia el auditorio:

La campana de salida había sonado hace casi media hora; el corazón le retumbaba en el pecho y casi sentía que podía salirse de un momento a otro.

Era extraño, no había vuelto a ver a su pianista desde aquella primera vez, pero su corazón se aceleraba al recordarlo y las esperanzas de volverlo a encontrar se apoderaban de su mente nuevamente. Changmin se lo había dicho ya miles de veces, ‘uno no puede enamorarse de quien no conoce’ pero este caso era diferente.

Su pianista se había robado su corazón entero con una sola canción y no podía negar simplemente esos sentimientos que se instalaron en su pecho, especialmente cuando son la primera vez en toda su vida que los siente. La primera vez que se enamora de verdad.

Continuó con su caminar presuroso hasta llegar a la amplia puerta del auditorio, para encontrar un sobre colgando en la perilla.

-¿Uh? ¿Quién dejo esto aquí?- pregunta a la nada en un murmullo y desata esa liga que sujeta el sobre. Voltea alrededor, buscando a quien pueda pertenecerle aquel papel, pero no hay nadie. Todo se mantiene en silencio… exceptuando esa dulce tonada que de pronto suena en el auditorio.

El corazón de Junsu se dispara a mil por hora y su vista se queda prendada a la puerta aún cerrada. Casualmente estruja el papel bajo sus dedos y recuerda que lo tiene en la mano, lo inspecciona con la mirada una última vez y en el reverso logra leer una frase escrita en marcador negro.

‘¿Cantarías para mí?... Te lo pide un simple pianista que se ha enamorado de tu voz’

-¿Estoy soñando?- ríe con las mejillas arreboladas en carmín, cubriéndose la boca con la mano libre. Sus ojos leen las palabras una, dos, tres, cientos de veces. Sus piernas tiemblan y las lagrimas emocionadas se le arrejuntan en los ojos, por poco y ha olvidado su propio nombre.

Su pianista… Su pianista corresponde sus sentimientos… pero, ¿cómo va a responderlos? Apenas el poco raciocinio que le queda en aquel momento le recuerda que puede investigar lo que hay dentro del sobre.

Saca unas partituras con notas y letras, es la canción perfecta.

Entra al auditorio con las manos temblorosas y el corazón emocionado; el gran telón está cerrado, tal cual como la primera vez que se encontró con su pianista, aún no sabe su verdadera identidad, pero realmente no le importa.

La nueva melodía le envuelve en una ‘nube romántica’ y casi se siente flotar dentro de ella, sonríe inevitablemente y con la mirada ubica las notas que el músico va tocando. Espera pacientemente a que termine la pieza que toca, porque sabe que volverá a comenzar hasta que él cante.

Los dedos del pelinegro se deslizan con cuidado entre las teclas, está nervioso y le aterra pensar que no oirá aquella voz que tanto desea escuchar… ¡Acaba de declarársele a un completo desconocido! Ríe irónicamente mientras va acercándose al final de la melodía, sabe dios si su cantante habrá decidido volver al auditorio… quizás tenía razón y se estaba haciendo ilusiones estúpidas.

La canción terminó, pero dudó en volver a tocarla… paseó sus manos por la tapa del teclado, dispuesto a dejar el piano por hoy.

Una sonrisa vuelve a dibujarse en sus labios y sabe que ha perdido, está demasiado enamorado como para tirar sus esperanzas al suelo luego de haberse atrevido a hacer lo que hizo… Al menos debería esperar unas horas más para confirmar si lo suyo era mera ilusión.

Las notas volvieron a fluir melódicamente, poniendo más nervioso al pelirrojo de lo que ya estaba, porque ahora le tocaba responder cantando. Inhaló profundamente, contó los segundos en su cabeza y con la mirada fija a las partituras terminó de memorizar la letra.

“따스히 드리운 햇살에 너를 그려본다 

(En la cálida luz del sol que fluye, dibujo tu silueta) 

스치듯 불어온 바람에 너를 느껴본다 

(En en viento que sopla y se va, te siento) 

익숙한 향기에 이끌려 난 지금 어디론가 

(Voy hacia algún lugar, guiado por este olor familiar) 

바람이 멈춘 그 자리에 그곳에 서 있는 너 

(Y tú estás en el lugar donde el viento dejó de soplar) 

처음 만난 그날 운명처럼 그대란 걸난 알았죠 

(El día en que te conocí, como si fuera el destino, sabía que eras tú) 

길고 긴 시간을 돌고 돌아와 그댈 다시 찾은거죠” 

(Fui dando vueltas y vueltas por un largo largo tiempo y te encontré una vez más)

Continuará…

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P.D: La canción que Yoochun le da a Junsu para que cante esta vez es 'Around & Around' del albúm Tarantallegra de Junsu. (Click aquí para oír la canción!)