lunes, 14 de enero de 2013

(FIC) Was on a Hot Day of Summer

Felina y yo nos hemos entretenido bastante escribiendo este shot ♥♥ Es nuestra 3ra colaboración! *3*
Esperamos sinceramente que les guste tanto como a nosotras nos encantó escribirlo y lo disfruten de igual manera~


Título: Was on a Hot Day of Summer
Autoras: Felina & Axy
Parejas: YooSu
Género: Romance
Advertencia: NC-18/LEMON



Se supone que las vacaciones de verano son para salir a divertirse o relajarse de los deberes universitarios; pero ¿cómo era posible hacer eso? ¡Si el reporte climático había pronosticado semanas soleadas con variantes entre 25 y 28 grados durante el día! Era como si las casas se hubieran convertido en hornos, y si salías de ellas, la sensación de ‘estar cocinándote’ era incluso peor.

Aunque este par de amigos había recurrido al mejor método que se les ocurriese en aquel momento: estirar sus cuerpos sobre la fría baldosa del suelo y rodar cada tanto para mantener la temperatura. ‘Vagancia’, era como lo había llamado graciosamente la Sra. Park, antes de encomendarles la casa e irse de viaje con su segundo hijo. Pero qué más daba, después de todo no habían planeado hacer nada importante aquel fin de semana.

Si no fuera por los altos niveles de calor Junsu ya hubiera propuesto salir a jugar cualquier deporte, fútbol o basquetball estaban bien para él siempre que pudiera "humillar" a Yoochun alzándose ganador. Pero era tal la desesperación por no poder siquiera dejar de sudar, que el menor de los dos ha desechado aquella idea de inmediato de sus pensamientos. Por un momento había pensado también en matar el tiempo con la play pero era imposible, la emoción y sus métodos para ganarle a su amigo peliazabache terminarían haciéndole sudar de todas maneras.

- Estoy repentinamente aburrido, asfixiado con este calor... - el menor suspiró derrotado, girándose de nuevo sobre la baldosa para encontrar un pedazo de suelo fresco, su cuerpo quedó entonces cerca del de su amigo, algunos centímetros de distancia tan mínimos que solo mover el brazo se rozaría con el del otro.

- Creo que hay sandía en la nevera... - el peliazabache murmuró, abanicándose de nuevo con las manos, resoplando fastidiado del sudor pegado a su piel. A toooda su piel, con todo y que no lleva más que camiseta de resaque y shorts holgados, la ropa se le estaba pegando a la piel por culpa del maldito calor.

-El solo hecho de pensar en caminar hasta la nevera me hace sentir sudoroso y cansado- rió apenas el pelirrojo, sabiendo que su amigo estaba de acuerdo cuando responde con más risas.

A primera instancia no habían hecho caso a lo que la Sra. Park dijera, pero las palabras comenzaban a picar en la conciencia de Junsu, realmente estaba sintiéndose demasiado vago. Suspiró alterado, volviendo a moverse apenas el calor se apoderó de las baldosas sobre las que descansaba.

-Estas hirviendo- Yoochun respingó apenas sus brazos se chocaron, hubiera intentado apartarlo, pero las fuerzas no le daban – ¡Estas hirviendo!- repitió incómodo, esperando que con ello Junsu decidiera moverse.

-Podemos ir por la sandía, y enfriarla más con la manguera de agua en el jardín- ofreció sin hacerle caso al peliazabache, manteniéndose en aquel lugar donde tenía su brazo pegado al ajeno, igual de caliente y sudoroso.

Yoochun se dio tiempo de pensar en la propuesta de su amigo. Una parte de él se negaba en moverse siquiera, le daba demasiado fastidio el calor y hasta cierto punto le ponía de mal humor. Luego estuvo tentado de mandarle a que fuera él quien se encargara de la sandía y le hablara otra vez cuando le pudiera ofrecer una rebanada de rica y fresca sandía; pero Junsu seguro le mandaba al diablo si solo se le ocurría dejarle el trabajo "sucio" en medio de aquel infierno.

El silencio parecía estar alargándose más de lo esperado, pero realmente ninguno tenía intenciones de hacer ni decir más hasta que ambos hicieran un movimiento concreto. Así que Junsu se dio el lujo de fantasear un poco, porque le gustaba el pegajoso contacto contra la piel caliente de Yoochun y se preguntaba cómo sería si aquel contacto caliente fuera en otras partes de la anatomía de su amigo. Inconscientemente su cuerpo reaccionó y se sintió algo más abochornado, y si tuviera un espejo ante él podría también notar el sonrojo de su rostro que no era justamente debido al calor del clima, sino al de su cuerpo febril que pensaba cosas indecentes.

Y curiosamente, el pelirrojo no era el único que se había quedado divagando en sus pensamientos. Según las propias palabras del pelinegro, todo era culpa de la estúpida temperatura y la cercanía de Junsu; esta no era la primera vez que se le pasaban aquellas cosas por la cabeza, pero el calor estaba triplicando la rapidez de ese desate hormonal que sufría constantemente.

Si no detenía el hilo de aquel pensamiento habrían problemas graves, pero mientras más se esforzaba, más se repetía aquella escena en la que despojaba al menor de sus prendas, palpando con sus manos la piel ardiente que iba descubriendo, besando y obteniendo a cambio-

-Va-vamos por la sandía- su voz escapó algo excitada, sentándose al instante para separar el contacto contra el cuerpo ajeno – ¡Rápido Junsu!- insistió, poniéndose de pié junto al menor para ambos dirigirse a la cocina.

- Pero no corras que la sandía no irá a ninguna parte~ - el pelirrojo canturreó casi divertido, siguiéndole el paso y agradeciendo el fresco del piso tras cada paso dado. Sus pies descalzos entrando en contacto con algo de frescura le devolvió algo, solo algo de conciencia a sus sentidos aturdidos por el calor.

- Solo quiero acabar con este calor cuanto antes... - acotó el peliazabache sin poder controlar lo ronco de su voz, es que demasiado rápido la excitación había llegado y lento pensaba retirarse.

Cuando Yoochun tuvo la sandía en sus manos y Junsu le siguió hasta el jardín, el peliazabache solo esperaba -rogaba de hecho- que aquello refrescara suficiente todo su cuerpo y mantener a raya sus alteradas hormonas. Aunque ver al pelirrojo con esa sonrisa y la camiseta pegándosele al cuerpo por culpa de su propio sudor no ayudaba pero en nada. Él tragó hondo cuando sus ojos repararon en el trasero del pelirrojo, ¡si hasta los jodidos shorts se le pegan en aquella zona!

-¡Yah! ¡Deja de mirar lo que sea que estés mirando y sujeta la manguera!- se quejó el menor, empujándole un poco para alcanzar con su propia mano la llave del agua. Y es que el calor también era más fuerte allí afuera, ocasionando que lo poco que había logrado calmarse se fuera por la borda al ver esas gotas saladas resbalando por el cuello marcado y los hombros del pelinegro.

El primer chorro de agua fue potente, cayendo directo sobre la fruta que habían dejado en el pasto. Yoochun manipulaba la manguera, y cada tanto se mojaba las piernas para aprovechar el frescor del agua fría.

-Mójame a mí también~- pidió con las mejillas coloradas por el calor, poniéndose de pie al otro lado de la sandía.

-Es mi agua, no estás pagando por ella- bromeó obteniendo justo lo que quería, un puchero en esos labios rosados que le tentaban en sobremanera.

-¡¡Yoochun!!- hizo todo un berrinche, estirándose para jalarle del brazo, logrando que algunas gotas comiencen a caer sobre sus piernas – ¡Estoy muriendo de calor! ¡Comparte!-

- Debería cobrarte por el agua, ¿no crees? Sería un trato justo... - siguió bromeando, sabiendo de antemano que vendría todo un arsenal de pucheros y berrinches.

- ¡Tú tampoco estás pagando por el agua! ¡Lo hace tu mamá! - espeta y mueve los pies simulando patear a su amigo, consiguiendo en el acto mojarse un poco, riendo ambos por aquel juego absurdo, comenzando a buscar algo más de jugueteo, olvidando por un momento la fruta ahí sobre el césped, levantándose y correteando en círculos... - ¡No es justo! ¡Tú tienes el control de la manguera! - el pelirrojo se queja y corre en círculos, haciendo de tanto en tanto algún movimiento de evasión como cuando juega fútbol.

- ¡Y no pienso compartirla! - grita entre risas, buscando una y otra vez conseguir mojarle.

Ambos ignoran entonces que aquél es el objetivo, que mojarse y deshacerse del calor infernal era la idea y un poco de agua no les vendría nada mal. Pero han caído en su propio juego. Junsu le empuja y consigue tomar el control de la manguera entonces, "dispara" a Yoochun y le moja de pies a cabeza. La respiración se les ha agitado a los dos y ahora la ropa se les pega al cuerpo no solo por el sudor sino también por el agua.

Estallan en carcajadas estridentes y siguen empapándose el uno al otro; Yoochun vuelve a hacerse de la manguera y sigue persiguiendo al pelirrojo, esta vez intentando lanzarle agua al rostro. El menor chilla y como puede intenta escapar, terminan forcejeando entre risas por el dominio de la manguera, dejando que el agua se dispare hacia arriba, cayendo sobre ambos inevitablemente. Junsu jala con un poco más de fuerza, logrando robarle la fuente de agua fresca.

-¡Quítamela si puedes!- chilla y corre escapando de su mejor amigo; las gotas escurren sobre sus cuerpos y pronto el pasto también está mojado y resbaladizo.

Entre tanta persecución y risas, por estar mirando al lado contrario, el pelirrojo no se da cuenta de la sandía que aún yace en el suelo. Su pie choca inevitablemente con la fruta, haciéndole tropezar; Yoochun intenta detenerse, pero termina yéndose encima del menor y ambos caen aparatosamente sobre el jardín. Uno encima del otro.

Junsu ha soltado por inercia la manguera, que descansa a un lado de ellos mojando el césped, consumiéndose lentamente en la tierra debajo de éste. Las miradas de ambos jóvenes permanece conectada la una a la otra, Yoochun traga hondo sin darse cuenta de que lo hace, y de que su gesto ha hecho resaltar su pronunciada manzana de Adán, ese rasgo varonil que hace suspirar a Junsu y relamerse inconscientemente los labios.

Las gotas de agua mezcladas con sudor siguen resbalando por sus cuerpos, delineando la barbilla de cada uno y perfilándose por el cuello hasta perderse entre las ropas o gotear cayendo del mentón, la nariz o los empapados mechones de sus frentes.

Ninguno consigue decir nada, sus cuerpos estáticos casi parecen tensos para evitar romper ese momento de contacto tan íntimo. De miradas curiosas que sin querer vagan a la boca del otro. La tentación es demasiado fuerte y poderosa.

-Y-yoo…ch-chun- la voz del pelirrojo escapa en un susurro tembloroso, siente el latir desbocado de su corazón contra su pecho y no puede despegar la mirada de esos labios gruesos, húmedos y extremadamente provocativos que le llaman a gritos. Intenta moverse, pero en el acto solo logra golpear la parte interna del codo derecho del mayor, haciéndole caer un poco en reflejo, reduciendo peligrosamente la distancia entre sus rostros.

El aliento caliente de Junsu choca contra sus labios, le consume la cordura, le enloquece, le provoca. Y lo peor de la situación es que ni siquiera puede pensar claramente, porque el calor le cae de lleno en la espalda y siente como la temperatura de su cuerpo aumenta junto con el deseo por ‘atacar’ a su mejor amigo. Los labios de Junsu se mueven entonces con la intención de hablar.

-Shh- lo corta incluso antes de que algún sonido salga de su garganta y busca los labios rosados con los propios. Sintiendo una explosión en su pecho al hacer contacto.

Junsu abre desmesuradamente los ojos al primer contacto. Si esto es un sueño que nadie le despierte hasta que por lo menos haya memorizado la boca de Yoochun.

- Calientes... - el peliazabache murmura casi sin percatarse de la magnitud de sus acciones, demasiado enfocado entonces en saborear lentamente el juego de labios que roza con los suyos.

- Yoo...chun... - suspira rindiéndose finalmente a las sensaciones. A ese revoloteo en el estómago que atribuye al cursi pensamiento de las mariposas del amor. A ese calor avasallador que le hace sentir algo más sofocado y ansioso, respondiendo finalmente el beso caliente que ha nacido entre los dos.

Un beso que de pronto se vuelve hambriento, como si estuvieran obedeciendo a la necesidad latente de años quizá sintiendo aquella atracción peligrosa por el otro.

Las manos de Junsu se entrelazaron tras el cuello del mayor, jalándole más contra sus labios, profundizando ese beso cargado de pasión, calor y deseo.

-¡Ngh!- la lengua del pelinegro se paseó a sus anchas dentro de aquella húmeda y ardiente cavidad bucal, recorriendo hasta el último recoveco, frotándose y enredándose contra su igual, ahogando esos gemidos queditos que escapaban de la garganta del pelirrojo.

Lo último que querían hacer era separarse, pero la temperatura les consumía el oxigeno con mayor velocidad a la normal. Yoochun succionó el labio inferior del menor, soltándolo aún con recelo para observar lo rojos y húmedos que los había dejado.

Ambas respiraciones se esforzaban por regularse, inhalaban cuanto aire pudieran, mientras la mirada del pelinegro analizaba como el pecho de Junsu subía y bajaba. Ese beso había sido la gloria, y ahora quería más. Necesitaba más.

Sus manos obedecieron entonces sus deseos, moviéndose sin pudor alguno por los costados del pelirrojo serpenteando por encima de las mojadas prendas acariciándole confianzudamente y notando cómo más parece alterarse la agitada respiración del menor. Sus miradas vuelven a encontrarse y descubren el fuego crepitante en las pupilas del otro. Yoochun se separa entonces, lo suficiente para tomar los bordes de la camiseta de Junsu y jalarla hacia arriba con la intención de quitársela, sonriendo satisfecho cuando el pelirrojo levanta el torso y levanta los brazos para facilitarle la tarea.

Sí, definitivamente la razón y cualquier rastro de moralidad que pudiera detenerles de seguir adelante se ha ido de vacaciones, o quizá se ha consumido entre tanto calor.

Los gruesos labios atacan sin piedad el níveo cuello, lamiendo las gotas de agua que aún permanecen allí estancadas, mordisqueando esa piel suave que quiere marcar como suya. Junsu jadea y suspira bajo aquellas atenciones, tiene los ojos cerrados con fuerza por culpa del sol que cae de lleno en su rostro y eso solo le deja sentir con mayor claridad la manera en que su cuerpo es cubierto de caricias impúdicas.

Sus dedos se enredan en el cabello azabache del mayor cuando este desciende a su pecho y se dedica fervientemente a atender uno de sus pezones; mordisquea alrededor, lame, succiona y jala entre su boca ese montecito sensible que se ha endurecido en cuestión de segundos.

-Ahh~ ¡Yoochun!- gime el pelirrojo, jalándole del cabello cuando hace lo mismo en el pezón contrario; temblando excitado ante aquel trato, sintiendo como los escalofríos le recorren de pies a cabeza y le emocionan otro poco en el bajo vientre.

- Me gusta cómo gimes mi nombre... - sube el rostro y le sonríe pícaro, estampando de nuevo su boca contra la del pelirrojo casi sin darle a tiempo a decir nada.

Se enfrascan en otra batalla sin cuartel por conseguir el dominio del beso, ese que tarde o temprano cede en pasión pero no en cariño. Cual si así de pronto se dieran cuenta de que estos besos obedecen más que al simple calor hormonal que les ha asaltado el cuerpo.

- Quítatela también... - Junsu jadea cuando el peliazabache se aparta con la intención de volver la atención de sus besos al pecho del pelirrojo.

- Quítamela... - murmura con voz ronca, permaneciendo sentado sobre la cadera del pelirrojo, notando entonces el roce íntimo de sus cuerpos cuando el pelirrojo se irgue lo suficiente para sacarle la camiseta y botarla por ahí sobre el césped con descuido.

Las manos de Junsu se pasean entonces por el vientre de Yoochun, demarca con sus dedos cada músculo y sube por el pecho haciendo círculos alrededor de cada pezón con una juguetona sonrisa en los labios.

-No te aproveches- apenas dice, besándole corto sobre esa sonrisa que no se borra –Aún no termino contigo- explica, empujándole del hombro para que vuelva a su lugar, recostado en el pasto. Bajando con su boca hasta el punto donde se quedara hace un momento, besándole en el recorrido hasta el ombligo, donde se atreve a jugar con su lengua.

-Ven~- Junsu le jala para volver a tenerlo sobre su cuerpo, le hace ojitos y alcanza sus labios una vez más; haciendo caer al mayor en su trampa. Como puede empuja a Yoochun, y en menos de un parpadeo ya está sentado a horcajadas sobre su cadera. Le sigue besando y con una mano tantea sobre el jardín para alcanzar la manguera. El pelinegro le acaricia los muslos con ambas manos, ya quiere quitarle esos molestos shorts, pero se contiene solo un segundo para disfrutar de las caricias que le estaban devolviendo.

El menor se irguió totalmente, jalando la manguera para mojarle el torso desnudo a Yoochun, antes de volver a tirarla por allí y lanzarse a la marcada clavícula para probar con sus labios esa provocativa piel.

El jadeo inconforme tras aquel chorro de agua fresca pudo hacer protestar al peliazabache, pero sus neuronas se trabaron cuando sintió los labios de Junsu sobre su piel devorándole con ansias. Los jadeos inquietos, casi desesperados tras cada succión sobre su clavícula hasta dejarle marca le hicieron perder el mundo de foco. Así que no le importó tanto haber sido engañado para ser "sometido" por las voluntades del pelirrojo.

Junsu lamió la zona rojiza que sus labios consiguieron marcar, sonrió feliz por aquella huella que más tarde podría ver con orgullo pues nadie más ha conseguido tal logro. Su pecho se inflamó de contentura al pensar en ello, es él la primera persona que hace este tipo de cosas con Yoochun. Su mejor amigo, su amante en aquél momento. El chico del que está enamorado, aunque alguno de sus amigos cercanos le haya dicho que lo suyo parece un sentimiento por inercia, por costumbre en otras palabras, tanto tiempo estando juntos, tanto tiempo conociéndose. El pelirrojo agitó la cabeza tratando de apartar de momento aquellos pensamientos y besó entonces sobre la manzana de Adán arrancándole otro jadeo al mayor.

Yoochun volvió a mover sus manos, es que le era imposible de todas maneras mantenerlas quietas. Encontró entretenido acariciar la espalda de Junsu mientras éste le entrega las mismas atenciones que él le brindó antes lamiendo, chupando y mordisqueando sus pezones. Pero todavía no era suficiente, necesitaban más contacto el uno del otro.

Sin interrumpir las caricias del menor ubicó sus manos nuevamente en las torneadas piernas que se acomodaban a cada lado de su cintura. Paseó sus dedos hasta el borde de los shorts, pero sin detenerse siguió cuesta arriba por debajo de la ropa, peleando incluso con los bóxers que se ceñían demasiado a la retaguardia del pelirrojo y no le dejaban tocar la piel directamente.

-Ya no puedo aguantar- renegó entonces, sentándose junto con Junsu, para volver a cambiar de posiciones -…Necesito… tocarte más- casi jadeó en su oído, fundiéndose en un nuevo beso desesperado mientras que con sus manos se deshace de los shorts holgados y sujeta el borde de los bóxers con la misma intensión.

Pero se descoloca totalmente cuando son las manos del pelirrojo las que descienden por su espalda y como si nada se meten bajo la ropa, palpando los músculos de su ‘casi plano’ trasero -cómo varias veces lo ha llegado a llamar Junsu-.

-¡Yo debería estar haciendo eso!- se queja bajándole la ropa interior con prisa, notando como le cuesta hacerlo por lo apretada que está –¿Cómo te pones esta cosa todos los días?- pregunta entre risas burlonas, besándole esos pucheros avergonzados que se forman al instante que ha quedado totalmente desnudo.

- Se han pegado por el agua... - justifica aunque sabe de antemano que sí, que los usa un poco ajustados porque no es la primera vez hace unos minutos que descubre a Yoochun mirándole el trasero. Que es por eso que suele usar pantalones apretados, porque en su conciencia morbosa encontraba cierto alivio a sus propias hormonas cuando le soñaba y se mojaba cual crío que descubre su sexualidad.

- Excusas... - parlotea medio perdido ante el panorama frente a sus ojos... - Soñé antes con verte así, con... tenerte así, Junsu ah... - susurra en tanto sus manos se pasean por los muslos y se internan entre ellos palpando la piel algo más caliente conforme se acerca a su erección.

- ¿Me... me soñaste? - cuestiona flojito, temblando por aquellas caricias mucho más cerca de su intimidad. De tocarle como nunca nadie le ha tocado, sintiéndose mucho más excitado que cuando llegaron a ser sus propias manos las que tocaron así su hombría. Porque esa vez era Yoochun, Yoochun y sus manos y sus sonrisas y sus besos lo que le tenía tan sofocado y nervioso.

-Mm~ Si… muchas veces- responde contra la piel de los labios del pelirrojo, dejándole besos cortos mientras gana confianza para explorar esas zonas ‘prohibidas’. Roza sus dedos en la base de la semi erguida erección, sintiendo como tiembla el cuerpo de Junsu bajo el suyo – ¿Está bien si te toco aquí?- pregunta más por la sorpresa que se ha llevado que por querer pedir permiso.

El pelirrojo asiente efusivamente con la cabeza, haciendo reír al mayor, quien vuelve a besarle despacio mientras acaricia la piel caliente haciéndole ganar tamaño y dureza. Comienza a masturbarle con cuidado, prestando atención a esas facciones cruzadas de placer que se apoderan del sonrojado rostro. Yoochun siente su corazón retumbándole en el pecho emocionado, el chico del que está locamente enamorado se le está entregando totalmente, le está dejando marcarle como suyo, le está dejando hacerle el amor. Y en medio de todo ese calor y deseo desenfrenado aquellas dos palabras cruciales amenazan con salir de su garganta; porque quiere hacerle saber que no están teniendo sexo y ya… quiere hacerle saber que hay algo más.

- Nhh Chun... - gimotea sintiéndose algo más acalorado cuando la mano del peliazabache presiona la base haciéndole sentir otra oleada de placer.

Sus manos se pasean entonces por el torso del mayor, le acaricia casi sin darse cuenta de que su exploración también incentiva el deseo del otro y mantiene la temperatura en ese nivel entre la realidad y la locura. Abre los ojos y busca la mirada de Yoochun, encontrando en sus orbes negras ese brillo que parece gritar más que deseo. Y tiembla, se estremece bajo aquella profunda mirada de ojos ónix que le absorben en un torbellino aún más placentero y cálido; esa calidez que viene de sentimientos y no solo de hormonas. Junsu lo sabe, lo quiere saber así, porque es su corazón el que late de prisa y corre como potro desbocado contra su pecho, lo que le hace sentir que si se deja acariciar así por quien ha sido su mejor amigo en toda una vida, no es solo por la calentura, sino porque realmente hay algo que les une y ha despertado del todo en aquel preciso instante.

- Junsu ah... - susurra su nombre y vuelve a besarle sabiendo que aquellas palabras siguen estancadas en su garganta. Que quiere decirlas pero necesita alguna especie de señal para sentirse seguro de que será correspondido, de que no es el único ahí que cede a la tentación del placer por el mero deseo carnal.

Las manos nerviosas del pelirrojo descienden por los costados del mayor hasta asirse del borde de sus shorts, jalándolos para quedar ambos en las mismas condiciones. Yoochun ayudó a terminar de quitarlos y luego se dedicó a burlarse de ese gesto avergonzada que se había impreso en el rostro del menor. Continuó acariciando hábilmente la erección del menor, repartiéndole besos sobre el cuello y los hombros.

Junsu volvió a buscar la manguera, el calor evaporaba con rapidez la humedad en sus cuerpos y los rayos solares casi quemaban sobre su piel. Lanzó un chorro de agua fría sobre la espalda del pelinegro, haciéndolo respingar de repente; las gotas cayeron con rapidez sobre su propio cuerpo también, manteniéndoles a ambos algo más frescos. Jaló al pelinegro contra su pecho, siendo él quién esta vez inicia un beso apasionado.

-Y-yo…- apenas logra balbucear contra esos labios gruesos que le encantan -…quiero ser tuyo- soltó en un susurro por más avergonzado, colorado hasta la raíz del cabello, sintiéndose de repente aún más nervioso que hace varios minutos atrás.

Y sonríe cuando le ve ahí bajo su cuerpo, sonrojado al límite y tembloroso, no menos de cómo se siente él. Detiene un momento cualquier otro movimiento y se inclina para besarle con suma dulzura.

- Quiero que seamos el uno del otro, Junsu ah... - murmura contra esa boquita rosada que aún luce húmeda por todos los besos compartidos hasta el momento. Sonriendo algo más cuando nota las mejillas del pelirrojo teñirse totalmente de vergüenza y emoción, porque sabe que ha dicho las palabras correctas, aunque aún no diga aquellas que tal vez les haga sentirse algo más seguros.

- Entonces... entonces no te detengas, Yoochunnie~ - devuelve la sonrisa y enrosca nuevamente sus manos alrededor del cuello del mayor, uniendo sus labios nuevamente mientras le jala un poco más cerca y siente sus cuerpos pegados ganando nuevamente el calor que "alivió" un poco antes con la manguera.

El calor volvió a subir estrepitosamente cuando casualmente sus entrepiernas se rozaron. Un jadeo escapó de ambas bocas a la vez y esa sensación de bochorno y ansias atacó despiadada contra sus cuerpos. Una de las manos del pelirrojo bajó con el objetivo de tocar ambas erecciones, mientras que la otra se aferraba con más fuerza a la nuca del pelinegro, impidiéndole que deje de besarle.

-¡Nhh! Fuck~- balbuceó contra la boca del menor, sintiendo esos dedos ardientes pasearse sobre su longitud, a la vez que esta choca contra la ajena igual de caliente y dura. La ávida mano de Junsu inicia un bombeo rítmico sobre el excitado falo, frotándolo cada tanto contra su propia erección; ahogándose en el placer que le trastoca los sentidos y le hace gemir incesante sobre los labios del mayor.

Yoochun se sintió de pronto demasiado "pasivo", dejar que Junsu tome el control y la iniciativa era bueno hasta que él comenzó a sentirse "fuera de juego" manteniéndose al margen de los besos fogosos y aportando solamente los gemidos roncos que nacen en su garganta. Así que terminó por erguirse llevándose consigo el cuerpo de Junsu, sentándose sobre el césped con las piernas extendidas, permitiendo que el pelirrojo se acomode de nueva cuenta sobre su regazo sin haber perdido casi nada el contacto con su miembro totalmente excitado, volviendo a tomar ese ritmo armónico de bombeo en el que ambos disfrutan.

Es sin embargo en aquella posición que el peliazabache está en libertad de acariciarle el trasero a sus anchas, presionando los glúteos y buscando algo más de contacto, ahí en aquella parte tan íntima de la anatomía del pelirrojo.

-Mmh~ Yoochun~- gime alterado, alzando un poco más su cadera cuando los dedos del mayor acarician sobre su intimidad; le recorren memorizando la contraída piel del estrecho anillo, aumentando la temperatura de aquella zona. Con la mano libre continua estrujando uno de los glúteos, masajeándolo para deleitarse con los gemidos queditos que provoca en el pelirrojo.

Ambas manos de Junsu están cerradas en torno a las dos hinchadas erecciones; las masturba juntas con fervor, se empeña en hacerle sentir bien al pelinegro, en arrancar más jadeos desesperados de su boca. El líquido pre-seminal suda de ambos miembros y les va dejando pegajosos y resbaladizos, aumentando el ritmo por culpa de la humedad.

Sus labios se encuentran fugaces, y apenas son conscientes de la realidad, pero saben que necesitan más. Junsu necesita ese calor, que siente acariciándole, dentro suyo; quiere que lo toque más, que le bese más, que le llene por completo de su ser.

- Yoochunnie~ - jadea contra los sensuales labios que calientes se pegan a los suyos apenas conscientes de los besos intermitentes que rompen con facilidad pues el oxígeno no les es suficiente entre tanto calor... - Yoochunnie, hazlo... vamos Chunnie, hazme tuyo... - le invita en lo que parece ser una invitación indecorosa en extremo "peligrosa".

De pronto parece que tocarse es casi algo "normal", un acto desesperado al que llegar por culpa del infernal calor. Pero llegar a más, implica más que hormonas y calor, pedir y permitir que le tome marcando su cuerpo tan íntimamente es definitivamente signo de sentimientos. Al menos Junsu así lo piensa.

- ¿Quieres que te haga el amor, baby~? - el pelinegro suspira contra los hinchados labios del pelirrojo, los mordisquea consciente de las palabras que han salido de su boca. Porque quiere hacerle saber de alguna manera que esto para él es más que un calentón, que si le está tocando así, si le besa y le acaricia insinuante presionando la yema de un dígito sobre el contraído anillo es porque le quiere, porque le desea no solo por el placer de su cuerpo.

Las mejillas se le arrebolan de carmín y un revoloteo en el estómago le obliga a esbozar esa sonrisa brillante y cristalina. Enreda sus brazos alrededor del cuello del mayor, suspirando enamorado antes de reír un poco.

-Ámame Chunnie…- responde apenas, encontrándose con esos ojos negros que le hipnotizan y le absorben en aquel abismo de sensaciones –Hazme el amor~- pide y besa corto sus labios –Hoy, mañana, pasado mañana…- continúa entre sonrisas, dejando un pico sobre la boca del mayor entre cada palabra, haciéndole sonreír también -…Para siempre- termina en un susurro, justo antes de regalarle un nuevo beso, cargado del más sincero amor que siente por él. Ese amor que no quiere darle solo por hoy, sino hasta el último día de su vida. Porque sabe que cuando se enamoró de Park Yoochun, de su mejor amigo, no sería algo pasajero.

Y llega esa explosión romántica que le invade el pecho y se pierde por todo su cuerpo. Yoochun sonríe entre besos mientras siente cómo finalmente -y casi contra su propia voluntad- su dígito resbala dentro de aquel anillo estrecho. Quizá por causa del sudor, del agua que ha vuelto a caer sobre sus cuerpos cuando Junsu alcanzó la manguera rociando otro chorro sobre ambos, quizá simplemente es el deseo y las ganas que tiene de hacerse uno con él. Pero sabe también que debió esperar, prepararle un poco más o usar algún otro lubricante que facilitara la intromisión.

- ¿Estás bien? - sujeta su mentón con la mano que tiene libre y le mira a los ojos en tanto su dedo permanece quieto dentro de su estrechez, sintiendo la carne alrededor de éste algo caliente y húmeda.

- Puedo soportarlo, Yoochun ah~ te he dicho que quiero que me ames, no te detengas... - le besa de nuevo, deslizando esa vez sus labios por el cuello del pelinegro, encontrando aquella marquita rojiza que él le dejara minutos atrás, sonriendo contento porque no tardará en amoratarse y ser un lindo chupetón que casi quiere presumir al mundo entero que él ocasionó.

-Si te duele, avísame- advierte aún algo preocupado, mientras palpa con la yema de su dedo la humedad de la estrecha cavidad, buscando una manera para hacer menos rudo el contacto.

-No volveré a repetirlo Chun- ríe bajito, sabiendo que el mayor le trata con cuidado, aguantando esa ligera incomodidad que realmente no es tan problemática si se distrae. Vuelve a besarle el cuello, jadeando sobre la piel mojada y sudorosa cuando el dígito en su intimidad gira despacio y sale un poco, solo para volver a entrar algo más profundo.

El colorado rostro de Junsu ha terminado enterrado en la curva de cuello y hombro del pelinegro, un segundo dedo se está haciendo espacio junto al anterior y el solo puede aferrarse con sus manos a los omóplatos de Yoochun.

-¡Ahh!~- gimió de repente, sintiendo una corriente eléctrica que le estremeció cuando los 2 dígitos en su interior tocaron algún lugar sensible.

- Así que aquí te gusta, eh... - Yoochun sonrió lascivo cuando le escuchó gemir, buscando tocar de nuevo aquel recoveco en el interior del pelirrojo.

- ¡Ngh! ¡Sí~! - agita su cadera inconscientemente, buscando mayor contacto con aquellos intrusos, sintiendo repentinamente cómo el calor que ha estado sintiendo se transforma en nuevas corrientes eléctricas que le hacen sentir algo más excitado.

Yoochun es entonces quien besa y lame el cuello de Junsu, sonriendo divertido cuando le ve echar la cabeza hacia atrás como dándole más espacio, con sus manos todavía aferradas a sus omóplatos y moviendo su cadera de arriba abajo como si estuviera autoembistiéndose. Una gota de sudor resbaló curiosa por el contorno del rostro de Junsu, y Yoochun pensó nuevamente que su "amigo" es demasiado sexy en cualquier situación, sintió una punzada de excitación en el bajo vientre y recordó la desatención de sus entrepiernas, las que no han perdido tamaño ni dureza, pero que palpitan deseosas de atenciones.

Un tercer invasor se hizo espacio en la caliente intimidad, mientras la mano libre del pelinegro volvía a tocar el hinchado y palpitante falo del menor, arrancándole nuevos gemidos desesperados cuando juega con sus dedos haciendo presión en la punta, antes de bajar y masturbarle desde la base. Le distrae lo suficiente como para poder terminar de dilatar la estrechez de su intimidad, sus dedos resbalan con mayor facilidad y ahora solo recibe a cambio jadeos abnegados en placer, confirmándole que la incomodidad del pelirrojo se ha esfumado lo necesario.

Una punzada en su bajo vientre le repite que necesita atención allí abajo, pero se resiste, quiere esperar un poco para que sea el interior de Junsu el que le rodee y proporcione la más deliciosa de las sensaciones.

-¡Mgh! Ch-Chunnie~ Te quiero dentro- jadea casi arañándole los hombros cada que toca su punto sensible y como puede intenta apartar los dedos del pelinegro de su interior.

La mano de Junsu se ha movido hacia su espalda y hasta su trasero, tomando la muñeca de la de Yoochun instándole a apartarse, gimoteando la necesidad de sentirle a él.

- ¿Seguro? - pregunta mientras besa la piel sudada de la clavícula del pelirrojo, sabiendo de cualquier manera que en realidad está en su límite, si no recibe pronto algún "alivio" en su erección la espera será tortuosamente dolorosa.

- Que no se te olvide que soy un chico igual que tú, estás grande... - sonríe sexy al tiempo que eleva un poco sus caderas y sujeta el miembro del pelinegro con una de sus manos perfilándole en su dilatado anillo... - pero puedo soportarlo... - le muerde el labio inferior tironeando de él hasta arrancarle ese gemido ronco que aumenta en sonoridad cuando él mismo va haciendo que el falo caliente e hinchado de Yoochun penetre en su cavidad.

- ¡Mhh! - gimen los dos, aunque el pelirrojo algo más incómodo por la invasión.

La mitad del miembro de Yoochun ha entrado pero la alterada respiración de Junsu le advierte que tal vez deban ir más lento. O entrar de una.

-Haa~- el oxigeno sale pesadamente de los pulmones del pelirrojo, se sujeta con ambas manos a los hombros del mayor y como puede se mantiene en equilibrio para no caer de repente.

-Aguanta un… ¡nngh! …un poco más- balbucea extasiado, sujetándole fuertemente de la cadera, casi sin poder creerse que ese calor que lo envuelve es la intimidad del menor. Un gimoteo bajito le hace volver a la realidad, están a medias y hacerlo despacio no le suena como mejor opción –Abrázame fuerte- indica y le estrecha contra su pecho.

Junsu se sujeta con fuerza y ahoga un grito cuando Yoochun se entierra en un solo movimiento en su interior, llenándole por completo. El calor, la humedad, el sudor, el placer, todo le alborota las hormonas y los sentidos; siente como se pierde en aquel lugar irreal que le lleva al séptimo cielo.

-Ahh~ ¡Ngh! Quema~- murmura apenas sobre el cuello del pelinegro, sin poder evitar la respiración errática mientras se acostumbra a la invasión de la palpitante y dura erección del mayor.

-¿Quema? - jadea mareado en su propio placer cuando el pelirrojo menciona aquello.

-Si~ - repite jadeoso, temblando incluso de placer, aferrándose un poco más a los hombros del pelinegro, a todo su cuerpo como si se anclara a la realidad.

A esa realidad en la que de pronto y sin más se ha convertido en el "amante" de Yoochun. Y no puede evitar sentir esa quemazón de incertidumbre, pues aunque antes Yoochun le ha asegurado hacerle el amor, él no puede evitar pensar que todavía está haciendo esto con su mejor amigo, el chico que ama.

- En que tanto piensa esa cabecita tuya, Susu baby... - susurra contra sus labios sabiendo que ese respirar algo menos errático no es solo porque se ha ido acostumbrando a su invasión.

Duda en que responder, ni él mismo se comprende totalmente allí enredado entre tantos pensamientos. Se toma unos segundos para sentir el calor del cuerpo contrario, abrazándole, acariciándole, llenándole en aquella intima unión.

-Dijiste… que estamos haciendo el amor- habla quedito, sin separar la cercanía de sus rostros, pero desviando la mirada de aquellas orbes oscuras.

-Eso hacemos- confirma enternecido ante aquellas dudas, alzando una de sus manos para acariciar una de sus sonrojadas mejillas.

-Pero… ¿qué sientes por mí? Digo… ¿qué… qué somos ahora?- balbucea nervioso y se esfuerza por no mirar al rostro del pelinegro, a pesar de que el mayor le insista. Repentinamente la vergüenza le puede más y su corazón taladra con fuerza contra su pecho.

- Junsu ah... - el pelinegro le llama entonces con cariño, sabiendo sí que han comenzado esto completamente al revés. Que quizá debieron hablar de sentimientos antes, que probablemente tuvo que declarársele en una cita romántica o cosas de esas... - Me siento loco, locamente enamorado de ti... - dice aquello y finalmente el rostro del pelirrojo admite que sujete su mentón para mirarse... - Sé que estamos en el momento menos indicado, unidos en cuerpo como sé podemos estarlo de corazón. Junsu ah, esto no es solo calentura, lo dije sinceramente hace un momento. Hacemos el amor, y eso significa que te quiero. No, que Te Amo, que quiero que sigas siendo mi mejor amigo, mi confidente, mi amante... mi novio... - susurra por último dejando un corto beso sobre aquellos labios que continúan calientes pero que resecos parecían ansiar uno más de sus besos... - Si tú quieres serlo, claro... - sonríe de pronto tan nervioso como nunca antes, incluso más que cuando comenzaran con los roces dentro de casa, cuando la piel caliente de Junsu estaba demasiado cerca y sus hormonas hubiesen comenzado a alterarse.

Junsu le mira entonces con el rostro colorado tanto más que sus mechones pelirrojos, sonríe ampliamente y casi sin darse cuenta es su cadera la que se mueve primero comenzando el vaivén que les arranca nuevos jadeos. Él no ha dicho su respuesta, pero le late presurosa contra el pecho enamorado.

-Mmgh~ Junsuu~- gime largo y aferra sus manos a los muslos del menor. Repentinamente perdió de foco la realidad por culpa de las oleadas de placer que le recorrieron de pies a cabeza al sentir esa presión caliente moviéndose sobre su entrepierna.

-Te amo- murmura entonces buscando los labios gruesos del pelinegro –Te amo- repite entre besos cortos y jadeos sin dejar de marcar aquel ritmo lento y acompasado que ha impuesto con su cadera – ¡Ahh! Te amo y… Mm~ si quiero ser tu novio- continúa entre gemidos y sonrisas, dejándose hacer cuando la boca húmeda de ‘su novio’ atrapa la suya emocionada y le pega un poco más a su cuerpo de ser posible.

Se enfrascan en una guerra de besos y ‘Te amo’s compartidos, acelerando el ritmo de sus caderas, chocando con más ganas y con más fuerza, los rayos de sol dan de lleno sobre sus cuerpos, y evaporan despacio las gotas de sudor que continúan adornándoles la piel.

Y es curiosa la escena que se ha pintado en el jardín de la residencia Park, porque están ahí dos jóvenes tumbados sobre el césped, unidos en cuerpo, agitándose uno contra otro en un desesperado vaivén de caderas que les roba de a poco la cordura y les arrastra a la mismísima gloria. Están ahí, tumbados sobre césped húmedo y una manguera que sigue tirando agua, gotas frescas que se les pega en la piel cada tanto cuando ruedan sobre el pasto y cambian de postura, con Junsu recostado con las piernas abiertas apoyadas en los hombros de Yoochun y la cadera elevada recibiendo las poderosas embestidas de su novio.

Su novio.

Y suena tan bonito en sus pensamientos que es imposible borrar la sonrisa que les aflora a ambos en los labios. La sandía olvidada sobre el césped queda cerca nuevamente de aquellos cuerpos febriles. Una fiebre que no viene solo del calor del clima, sino de aquella temperatura quemante que les arde en la piel y todas esas sensaciones a flor hormigueándoles por todo el cuerpo.

El tono de sus voces aumenta varios decibeles, no tienen ni la conciencia suficiente en ese momento, ni la voluntad de ponerse a pensar en lo probable que es que los vecinos les escuchen. Pero ambos están más concentrados en esa sensación de plenitud que se les va acumulando en el bajo vientre.

-Más aah~ Más fuertee~- pide Junsu entre gimoteos extasiados, arqueando la espalda cuando el mayor embiste hasta tocar ese punto sensible al fondo de su intimidad. Ahoga un chillido agudo y busca aferrarse al cuerpo contrario con sus manos pero la posición no ayuda mucho.

Detiene unos segundos al pelinegro y junta sus piernas flexionadas, apoyando las plantas de sus pies sobre el amplio pecho del mayor, logrando ahora aferrarse con ambas manos tras su nuca.

-¡Nnhh!~- jadea extasiado el pelinegro, sintiendo su erección nuevamente apresada en aquella cavidad ahora un poco más estrecha. Vuelve a tomar impulso y golpea repetidas veces sobre el lugar sensible que descubrió hace rato. El chasquido húmedo de sus pelvis se hace más fuerte con cada embestida. Sus respiraciones se alteran otro poco y los latidos en el corazón amenazan con hacer estallar inminentemente aquél músculo, se les trastocan los sentidos y saben que están demasiado cerca al final. Un final que no será el último, pero quieren compartir juntos por ser el primero.

No hay espacio para absolutamente nada más que aquel embriagador placer de la primera vez. Importa poco que el cuerpo les sude a chorros, que el sol les queme la piel o que sea tal el calor que desprende de sus cuerpos que el agua bajo ellos se evapora con facilidad. Lo único que vale la pena en aquellos precisos momentos es justamente saber que es el cuerpo del otro el que está pegado al propio, que así como danzan sus caderas frenéticamente, lo hacen sus corazones a punto de estallarles contra el pecho.

- ¡Junsu... nghh Junsu~! - gime descontrolado, sintiendo la facilidad con que su falo resbala dentro y fuera de aquella cavidad mojada de su presemen también.

- ¡Ahh ahí Chunnie~ ahí~! - le acompaña en los gemidos, sintiendo que tiembla de pies a cabeza cada que una estocada vuelve a tocar aquél punto.

Su miembro está presa entre su propio cuerpo debido a la postura que ha buscado con Yoochun, le es casi imposible tocarse o que le toque. Pero a Junsu no le importa demasiado, el sofocante placer hará que se corra de un momento a otro de cualquier manera.

Los músculos se tensan, la intimidad del pelirrojo se contrae, buscan sus manos y las entrelazan, ambos cierran los ojos con fuerza y es inevitable; el placer se desborda de sus cuerpos y les hace alcanzar el cielo. Tiemblan entre jadeos producto del orgasmo repentino y sus nombres escapan de los labios contrarios.

Junsu se libera entre su torso y sus piernas, ensuciando cuanta piel estuviera al alcance de aquel líquido blanquecino que se disparó con prisas, antes de poder sentir en su interior como la semilla de su novio le llena hasta el último recoveco. Yoochun termina de jadear con fuerza, habiendo empujado lo más profundo que pudo para sentir esa deliciosa presión sobre su miembro y poder marcarle hasta lo más hondo de su ser.

Le ha hecho suyo, le ha hecho el amor por primera vez

El pelinegro abre las piernas del menor para poder recostarse sobre él, intenta regular su respiración errática, pero falla y termina riendo al saber que no es el único en aquellas condiciones; puede que su Junsu esté incluso peor. Así como está, con el rostro apoyado en el pecho del pelirrojo, puede oír claramente como su corazón late desenfrenado y se siente feliz; porque ese latir lo ha provocado él, porque ese corazón emocionado está enamorado exclusiva y únicamente de él.

- De qué te ríes... - Junsu puchea y golpea suavecito la espalda de su novio. No hay aún demasiada fuerza siquiera para que su golpe parezca realmente uno, está cansado, agotado y todo sudoroso. Y se siente perfecto.

- Te Amo, Junsu ah... - susurra levantando el rostro del pecho del pelirrojo, alzándose hasta alcanzar los labios de su novio y besarle corto pero dulce.

Ambos se sonríen completamente enamorados, tendiéndose sobre el césped algunos minutos después, cuando ya hay suficiente control sobre sus cuerpos temblorosos. Miran al cielo y se cubren el rostro con las manos en alto intentando tapar el sol, aún hace calor y el agua no ha dejado de correr, de pronto a Yoochun le preocupa que Junsu vaya a pescar algún resfriado con tanto cambio de temperatura.

- Mejor nos damos prisa y nos cambiamos... - señala entre sonrisas mientras se pone en pie y ofrece su mano a su novio para que le siga.

- Pero antes tengo que ducharme~ estamos todos sucios... - puchea de nuevo y sonríe radiante cuando un beso viene luego de aquel gesto tan natural en él. Pensando seriamente en aprovecharse más de sus tiernos pucheros si cada vez obtendrá un nuevo beso.

- Vamos, vamos. A la ducha y a cambiarnos, luego la sandia que hemos dejada tirada en el jardín... - Yoochun le jala dentro, recogiendo apenas con prisas sus ropas mojadas y adentrándose hasta la ducha. Piensa en compartirla, pero al instante retrocede, tampoco es que quiera dejarle tan "adolorido" que luego le culpe de que no pueda caminar bien.

¡Porque él siempre será seme!

- Por qué esa expresión de pervertido~ - Junsu puchea, para variar.

Y vuelve a ser atraído de la cintura para recibir con gusto esos labios provocativos en otro beso hambriento.

-Pensaba en bañarnos juntos, pero si te meto conmigo a la ducha puede que después te duela por aquí- explica sonriente y acomoda sus manos sobre el redondo trasero de su lindo novio, sin darle permiso para protestar besándole de nuevo –Tú usa esta ducha, yo usaré la del segundo piso- establece aún con poca fuerza de voluntad, porque si por él fuera, le haría el amor las 24 horas del día. Deja un último pico sobre la boca rosada del pelirrojo y sale del baño antes de que el autocontrol se le vaya por la borda.

Se bañan de prisa, ansiosos por salir, cambiarse y continuar el resto del día haciendo el vago, con la diferencia de que ahora podrían pasar horas mirándose, regalándose mimos y besándose con cariño y simplemente ese plan sonaba maravilloso.

-¡Chunnie~!- casi gimotea el menor cuando sale del cuarto de baño solo usando los shorts que el pelinegro le alcanzara, cargando la camiseta en la mano.

-¿Qué pasa?- sale de la cocina al instante, dejando la sandía desatendida un momento para ver a su novio.

-¡Mira mi espalda!- puchea y gira sobre sus talones, mostrándole la piel de color rojo brillante – ¡Me he quemado con el sol!-

Yoochun no puede evitar soltar la carcajada. Parece un camaroncito todo rojito. No, mejor un sirenito pelirrojo que le provoca enseñándole su provocativa retaguardia.

- No ha sido solo culpa mía baby, mira que mi espalda está igual... - le reprocha divertido, mostrándole su espalda tan roja como la de su adorado novio.

- Pero duele~ - gimotea como niño pequeño, ansiando mimos y besitos. Gestos que no se hacen esperar cuando el pelinegro se acerca y le llena el rostro de besos.

- Tengo pomada aquí... - sonríe enternecido, llenándole la espalda con aquel ungüento que aliviará el ardor... - seguro pronto se nos quita, no es que hayamos durado tanto tiempo bajo el sol...

- Está bien~ - alza la trompa y ve a su novio sonreír antes de darle otro beso. Y es genial saber que pasarán así toda la tarde.

- ¿Sandía? - Yoochun ofrece al terminar de "curar" la espalda de su novio. Y se internan juntos de vuelta a la cocina, compartiendo una rebanada de sandía entre sonrisas y besos, entre jugueteos de novios enamorados que se inventan todos los modos posibles de demostrarse el cariño y todo el amor como la dulzura. Porque será esa la primera tarde compartida de amor y de pasión, de ternura y sueños.

El inicio de una relación que durará toda la vida, porque saben que este no es un amor pasajero, es un sentimiento de esos que sienten les durará latente en el pecho para siempre.


*FIN*

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28 comentarios:

  1. Sisisisisisi *-----------------* este shot ha sido la gloria *Q* tiene lo que tanto me gusta del YooSu, ternura, comicidad, pucheros, sonrisas pícaras, cariño, pornosidad y harto amor *u*

    Me ha encantado escribir con Axy bonita~ espero sigamos teniendo nuestras colaboraciones y sigamos dándole al mundo esta clase de YooSu lleno de amorsh y pornosidad que escasea xD

    Y por supuesto, en espera de que tu mentecita termine de idear la propuesta que me hiciste días atrás, será un gusto acompañarte en una aventura diferente escribiendo de este par de baboshos hermosos que tanto amamos, sobre todo cuando se aman como solo ellos saben hacerlo *------* **en su nube xD**

    Ya Ne!! ;D

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  2. awwwwww Yoosu beshoooo y hrmoshoooo XD!!!!!!!!!!!!
    me enacnto tan lindo como siempre chicas
    me encanto ^^

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  3. Awwwwwwwwwww Que hermosoo! *0* Me encanntoo!! No podria usar otra palabra, estuvo perfecto!! xDD
    Me encantaron los te amoo!! Los de estas Hirviendo! ''Te gusta que te toque aqui eh''?? ME MATO!!! Pares de camaroncitoos! *O* Precioso Precioso!!, Se lucieroon! Gracias Bellas!! ;DD

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. OoOoOh!!!! por dios es extemadamente encantador este shot ,el YS es perversamente tiernos los amo!!!! pero no mas Q a ustedes por escribir tales historias Q te dejan el corazon locamente emocionado, aaaah me encanto lo de (Amame chunnie). Sono tan tierno Q woOO!!

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  6. asdasdasdasdasd hermoso shot *--* no se si el yoosu tenia colar por el sol o lo tenian por calenturientos XD
    les quedo genial chicas n.n

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  7. LO AME!!!!!! todos lindos y dandose mimos el Yoosu!!! y pervertidos jiji eso de montarsel en el jardín XD pobre de los vecinos si los oyeron xDD

    Me ha encantado y uds son un par de escritoras geniales, dos de mis favoritas, me encantannnnn
    Les envio un fuerte abrazo y saludos desde México

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  8. hermoso precioso encantador como es el Yoosu , es que me encantó !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, awwwwwwwwwww que bello lo amé

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  9. owwww!!! me encanto ahaha :3 tan genial como siempre y ahora que las dos lo escribieron *w* que mas puedo pedir lol ahahaha :3 me encanto :DDDDD

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  10. wooooo estuvo de lo MAS INCREIBLEEE!!! >//<

    camaroncito qedaron despues de 'encenderse' en el jardin jejeje

    este shot a sido de los mas HOT con su toque de ternura... mira q declararse en pleno acto jejej... el YooSu siempre tan enternecidamente pervertida XD...

    Gracias Feli & Axi... juntas semejate cosa q se crean ^^*

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  11. Waaaaaa! me ha encantado, así todo todito, fue tan hermoso, tierno y pornoso >.<, tan Yoosu! *^* me ha encantado mucho. *w* Ustedes hacen una combinación super genial y me encanta ver a mis dos escritoras favoritas de fics creando cosas tan lindas x3 <3

    Muchas gracias Feli bella y Axy linda <3 -hug-

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  12. HERMOSO~~!!!...
    definitivamente Hermoso,Bello,Romántico y x supuesto de lo mas Tierno como son 100pre el Yoosu <3 ...

    Estos niños no andaban calientes solo x el calor del día sino desde antes x esos corazones enamorados <3, fue muy divertido imaginarlos en esas situaciones pero a pesar del momento tan Hot la declaración fue de lo mas romántica n.n xq se sentía el amorsh inmenso entre los dos~~

    AMO q escriban juntas~, SON MIS ESCRITORAS FAVORITAS AXY y FELI~!!!....tienen unas mentes geniales, brillantes y sobretodo enamoradas del Yoosu Bello, ingrediente indispensable para escribir las preciosidades q hacen *w*...Las Admiro Mucho y las quiero Chicas~ *u*!!!..

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  13. T_T

    waaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!! Lloro de felicidad!!!!!!!!! xD. Es que quedo tan hermoso, puro amor YooSu ♥_♥, waaaaaaaaaaaaa muero de amor T_T

    Los amo tanto!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS GRACIAS

    jejejejejejeje es que lo ame mucho, necesitaba mucho amor YooSu ♥_♥

    jajajajajajajajajaja Yoochun siempre de seme ;) jejejejejeejjeje

    FELI!!!!!!!!, AXY!!!!!! gracias por hacer otro trabajo juntas *O*

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  14. Ahhhhhhhhhhh que lindos pero que!?! como es que no les dio verguenza en el jardin cualquiera pudo a verlos visto... aunque con e calor nadie debio salir...
    Me encanto!!! comotodo le que hacen chias estubo divertido!!!
    <3 yoosu <3

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  15. wooooo!!estuvo genial, lo ame, es la dosis de YS que necesitaba~~
    Gracias sol por calentar al YooSu hermoso XD
    y muchas gracias ustedes por escribirlo ^^

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  16. Lo amé lo amé lo amé! *O*
    Sin duda ustedes dos hacen cosas espectaculares!
    Muchas gracias por este hermoso regalo veraniego xD
    lov u mousi <3

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  17. asdh.sdh.sdhiIHAOSHIDOWIHROAFHIAODIFHLhhasdolhsdfhsd es q como pueden hacerlo aí! u/////////////u? y yo que mataría por ser la vecina!!! :LLLLLLL...
    me empece a preocupar un poco cuando fue el delfín el k le toco la pompa al raton :///O q paso micky? xDD ...pero igual termino como seme! *Q*!
    MUY BESHO TODO!! MUCHAS GRACIAS AXY ♥♥!!!! se pasaron!! de verdad gracias!!! (iré a darle las gracias a feli en su blog xD)

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  18. El shot estuvo INCREIBLEMENTE GENIALOSO >///< lleno de amor y pornosidad de este par de novios pervertidos :3 Me dio risa eso de que empezaron todo al revés xD estaban tan desesperados por tocarse que se les olvido hablar de sus sentimientos xD aun así, la declaración de Chunnie fue de lo mas hermosa *-* Me imagino los pucheros que le hace Junsu a su ratoncito *u*

    GRACIAS POR TAN HERMOSO FIC :D SON LO MAXIMO!!!!

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  19. Lindo, tierno y hermoso un amor para siempre
    ja y todo por el calor esa epoca del año y una sandia cuando Cun dice caliente pense que los habian descubierto pero no eran los labios de Su que valio la pena ya que encontro a su alma gemela y se quemo su espalda pero no importa tendra quien lo cure jaja Gracias

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  20. Tan chulo!!! *se revuelca* He quedado mas que fascinada con esta nueva colaboración *w* Lo repito amo sus colaboraciones *w* Fue demasiado tierno y pornosito *w* y por un momento sentí que mis mejillitas estaban calientes xDD Gracias Axy y Feli hermosas~~ Me han sacado una bella sonrisa con este Shot todo bello
    ♥~~~

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  21. ¡HERMOOOOOOOOOOOOOOOOOOSO! Q________________Q Yo morí con esto: ''¿Quieres que te haga el amor, baby~?'' ¡IIIIIIIIIH! Hermosa declaración de amor por parte de Yoochun, como los amo, les quedo hermoso *33*♥ con su toque de ternura la cual en ellos es tan sdsadsadsadsadsadsa.. hermsi. Escriben tan hermoso las dos por la chachu, hacen maravillas ;;;;♥

    ¡Gracias Axy & Feli por tan hermoso y lemonoso Shot!♥ Se les quiere un montón~~~~~ *3*♥

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  22. *3* BELLO!!C:
    asdfghjjkl su declaracion, y y y la sandia olvidada lol, les quedo simplemente hermoso!!
    aah gracias por ese shot yoosu lemonoso!!♥♥

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  23. OMG !!! Maravilloso,me encanto,que hermosooooooo,de hicieron el dia con este hermoso Shot !!!! Graciaaaaas !!!n en verdad les quedo DIVINO!!!

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  24. ok...perdó apenas puedo comentar!! y aproveche para releer... ;D

    waaaa...se me hizo tan tierno...>_<

    aaaaw que buen pretexto el calor, para iniciar asi su relacion formal...=D

    Gracias por escribirlo y compartirlo, espero más colaboraciones juntas ^_^

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  25. Que lindo ha quedado el blog *----* ahora a leer!!

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  26. Awwww!! pero qué lindo les ha quedado... mis felicitaciones. Coincido con Feli, tiene todo lo que un buen Yoosu necesita, y su gran confesión al revés me mató de ternura... son unos bellos... Muchas gracias por compartirlo

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  27. Ohhh mi querida Axy, perdon, perdon, por no haber comentado, pero te juro que pense que ya lo habia hecho, creo que el sueño me gano el dia en que lei el fic ^//^ jejej y crei haber comentado.... Pero en fin..

    Me alegra mucho de que se dieran cuenta de que se quieren, te quedo muy bonito (¬¬ Y como no si lo hizo junto con Felina) eso lo sabemos.... Pero lo que realmente me causa una gran, pero gran curiosida es....

    ¿Es que nadie lo vio ni escucho?? !!!!Por Dios estaban en el patio!!!!! ¿O es que las parede del patio eran realmente altas y nadie los viio???? Please, please dime....

    XD Creme que desde que empece a leer como se acercaban y todo eso fue lo que cruzo por mi mente, llego un momento en el que penso.... wa ahora entraran en la casa por que se siente observados... pero naaaa ¬_¬ a esos definitivamente el calor les cocino el poco razocinio que les quedo >///<

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  28. es la cuarta vez k lep este fic .. de verdad amo tanto la manera en como escribes axy ... graxias

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